Reducir la contaminación retrasa el deterioro cognitivo y reduce el riesgo de padecer demencia
Reducir la contaminación retrasa el deterioro cognitivo y reduce el riesgo de desarrollar demencia en mujeres mayores, según ha revelado un estudio realizado por investigadores de la Escuela de Medicina Keck de la University of Southern California (USC, Estados Unidos).
La investigación se ha publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences y ha demostrado que la exposición a la contaminación del aire más adelante en la vida está relacionada con un mayor riesgo de desarrollar demencia, pero hasta ahora se desconocía cómo la mejora de la calidad del aire afectaría la salud del cerebro.
«Nuestro estudio es importante porque es uno de los primeros en mostrar que la reducción de la contaminación del aire con el tiempo puede beneficiar la salud cerebral de las mujeres mayores al disminuir su probabilidad de desarrollar demencia. El mensaje para llevar es que reducir la exposición a la contaminación del aire puede promover un envejecimiento cerebral más saludable», ha comentado la autora principal Xinhui Wang.
Los investigadores han analizado el vínculo entre las reducciones en la contaminación del aire y el desarrollo de la demencia entre las mujeres de 74 a 92 años. A las mujeres, que no tenían demencia al comienzo del estudio, se les realizaron pruebas de función cognitiva anuales de 2008 a 2018 para determinar si desarrollaron demencia.
Entre las mujeres que viven en lugares con las mayores reducciones en dos tipos de contaminantes del aire, partículas finas (PM2.5) y dióxido de nitrógeno (NO2), un contaminante relacionado con el tráfico, el riesgo de demencia disminuyó en un 14 % y un 26 por ciento, respectivamente. El beneficio de una menor contaminación del aire fue consistente a pesar de las diferencias entre los participantes del estudio en cuanto a edad, área geográfica, antecedentes socioeconómicos, factores de riesgo cardiovascular y genotipo de apolipoproteína E.
La enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas (ADRD, por sus siglas en inglés) son inmensamente costosas tanto para el sistema de salud como para las familias que luchan por cuidar a sus miembros mayores. Nuestra investigación sugiere que endurecer los estándares de calidad del aire puede ayudar a prevenir la enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas en mujeres mayores y, a su vez, reducir su carga social», ha subrayado la coautora del estudio, Diana Younan.