Recuperar la actividad física diaria ayuda en la recuperación de los pacientes con dolor lumbar
El reumatólogo del Hospital General Universitario de Ciudad Real, el doctor David Castro, asegura que tratar de recuperar la actividad diaria ayuda significativamente en la recuperación de las personas que sufren dolor lumbar.
No obstante, añade que «si bien es cierto que el ejercicio hay que realizarlo con cuidado y adaptado a la limitación física de la persona en ese momento». Así, en el marco del Día Mundial de la Lumbalgia, que se celebra este viernes 15 de noviembre, señala que la prevención y el autocuidado son claves en el manejo de la lumbalgia.
Además, explica que es importante mantener un peso adecuado, realizar ejercicios para fortalecer la musculatura de la espalda y el abdomen, y cuidar la postura al sentarse o al levantar objetos son medidas que pueden reducir la probabilidad de sufrir dolor lumbar.
Aunque la lumbalgia, en la mayoría de los casos, no representa un problema grave, «su impacto en la calidad de vida puede ser alto. Por eso, buscar ayuda a tiempo y seguir un enfoque integral, que combine tratamientos no farmacológicos y farmacológicos, puede ser de gran ayuda para quienes lo padecen», señala el doctor.
«Los analgésicos suelen ser el primer paso, pero en casos de dolor intenso o crónico, puede ser necesario el uso de fármacos antiinflamatorios, relajantes musculares o incluso otro tipo de medicamentos con otras dianas. En algunos casos de lumbalgia crónica con causas inflamatorias, como la espondiloartritis axial, se puede requerir una terapia más especializada que incluya fármacos inmunomoduladores o biológicos», explica el experto.
Asimismo, insiste en que «siempre es importante que el tratamiento farmacológico sea supervisado por un profesional sanitario para evitar efectos secundarios y asegurar la eficacia y la adherencia».
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Se trata de una patología, cuya prevalencia va en aumento debido a factores como el envejecimiento de la población y el sedentarismo. «Pasamos cada vez más tiempo sentados y realizamos menos actividad física y esto influye en el debilitamiento de los músculos de la espalda, aumentando el riesgo de sufrir dolor lumbar», explica el doctor Castro.
Sin embargo, el sobrepeso, el estrés y la mala postura también influye notablemente en la aparición y desarrollo de esta patología. «En ciertos trabajos donde se realizan esfuerzos físicos intensos o con posturas incómodas, el riesgo es mayor», según advierte el experto.
Además, algunos estudios muestran que las mujeres son más propensas a padecer dolor lumbar que los hombres, especialmente en etapas en las que se producen cambios hormonales como el embarazo o la menopausia. «También puede haber diferencias en la intensidad y la duración del dolor, dependiendo de la actividad laboral que se realice», añade el especialista.