Realizadas más de 2.300 pruebas a usuarios y trabajadores de residencias de mayores, más de 600 positivas
457 son residentes y el número de trabajadores infectados se acerca a los 160
Un 26 por ciento de las más de 2.300 test de coronavirus realizadas entre los usuarios y el personal de las residencias de mayores de Cantabria han dado positivo, con lo que el número de infectados entre ambos colectivos supera los 600.
Concretamente, según los datos facilitados por el Gobierno de Cantabria este lunes, se han realizado 1.695 pruebas a residentes –de los 6.800 que viven en estos centros–, de las cuales 457 han dado positivo, lo que supone casi el 27 por ciento. El número de fallecidos es de 54, siete de ellos en las últimas 24 horas.
Según los datos facilitados este lunes por la Consejería de Sanidad con datos hasta el domingo a las 21.00 horas, en las últimas 24 horas se habrían producido 16 nuevos contagios, hasta llegar a esos 457, lo que supone un incremento del 3,63% respecto a los 441 de la jornada anterior.
De hecho, en esas últimas 24 horas, Cantabria registró 25 nuevos casos por coronavirus, de los que 16 –el 64%– son en residencias.
Entre los profesionales de las residencias, que el Gobierno regional estima que son unos 3.200, se han realizado 608 pruebas, de las que el 74% ha resultado negativo, con lo que hay un 26% de positivos, lo que supondrían aproximadamente 158 infectados.
En un comunicado, el Gobierno regional señala que la Consejería de Sanidad » desde el primer momento» de la alerta sanitaria incluyó a losprofesionales de los cuidados «al mismo nivel» que los sanitarios como colectivo prioritario en la realización de pruebas para identificar el coronavirus.
Y en cuanto a los usuarios, el Gobierno ha señalado que, con la llegada de los test rápidos, se están intensificando estos días las acciones de prevención en las residencias, «consciente de que se trata de uno de los grupos más vulnerables al coronavirus».
Y es que la incidencia de la pandemia es mayor en la población demás edad y el hecho de vivir en comunidad acentúa el riesgo de contagio.