Pymetal culpa a los sindicatos de que la negociación del convenio del metal se posponga «sine die»
«Cada trabajador debe decidir si continúa financiando esta aventura sindical insensata con su sueldo y en más de un caso con su puesto de trabajo», afirma
La patronal del sector del metal en Cantabria, Pymetal, ha culpado a los sindicatos de que la continuidad de las negociaciones «se posponga sine die «. «El no porque no o lo quiero todo o sigo con la huelga no es admisible en ninguna mesa de negociación», ha aseverado.
Así se ha pronunciado esta tarde en un comunicado después de que esta mañana hayan quedado, por el momento, rotas las negociaciones después de que este sábado el cuarto día de reunión consecutivo haya concluido sin acuerdo y el encuentro entre ambas partes en el Organismo de Resolución Extrajudicial de Conflictos Laborales (ORECLA) haya finalizado apenas hora y media después de iniciarse.
«No existe ninguna voluntad negociadora por la parte sindical, por lo que la continuación de las negociaciones se postpone «sine die», sin perjuicio de que por parte de ORECLA se decida convocar de nuevo», ha dicho la patronal.
Según Pymetal, los sindicatos han incrementado la petición para 2021 al 4,5% más una paga de 450 euros lineales por trabajador, lo que, según ha dicho, supone una petición aproximada de 6,75%, superior incluso al 6,5% del IPC del año.
Además, ha afirmado que las centrales sindicales mantienen su petición de incremento salarial para 2021. Para los restantes ejercicios, detalla que éstas mantienen sus peticiones de un 6%, un 2,5% y un 2% para 2022, 2023 y 2024, y todo ello con pago de atrasos desde el 1 de enero de cada año.
A su juicio, se trata de unas peticiones «claramente inasumibles por la maltrecha economía» de las empresas de la región
Pymetal ha opinado que «la incapacidad de los negociadores sindicales está dispuesta a sacrificar el empleo de la región, y a machacar el tejido productivo».
La patronal ha señalado que la continuidad de la huelga convocada por los sindicatos CC.OO, UGT y USO y –dice– «mantenida y alentada por los apenas 300 delegados de personal de la región, que ni siquiera arriesgan su puesto de trabajo, ha supuesto ya unas pérdidas de 800 euros por trabajador».
«Es cada uno de los trabajadores del sector quien tiene que decidir si continúa financiando esta aventura sindical insensata con su sueldo y en más de un caso con su puesto de trabajo», ha advertido.