Puigneró ve los peajes como «una forma de expolio que hacía demasiados años que duraba»
Asegura que «el modelo actual en el que los catalanes pagan y los ciudadanos españoles no, no se repetirá»
BARCELONA, 28
El vicepresidente y conseller de Políticas Digitales y Territorio de la Generalitat, Jordi Puigneró, ha celebrado el fin de las concesiones de las autopistas AP-7, AP-2, C-32 norte y C-33, un modelo que, ha asegurado era «una forma de expolio que hacía demasiados años que duraba», durante un encuentro con la prensa.
Este modelo de financiación de las vías de alta capacidad «ha sido una agravio comparativo con cómo se han financiado y hecho en todo el Estado», ha apuntado el vicepresidente, que ha recordado las campañas de protesta que se han realizado a lo largo de los años.
Ha asegurado que los catalanes no tendrán que volver a pagar peajes de la forma que se ha hecho hasta ahora «y más sabiendo que los ciudadanos españoles no han pagado por la cantidad de kilómetros de autovías que se han hecho» en el resto de España.
«El modelo actual en el que los catalanes pagan y los ciudadanos españoles no, no se repetirá», ha apostillado Puigneró.
EUROPA
Ha recordado que la Unión Europea (UE) exige que todas las vías de alta capacidad sean de pago a partir de 2024 y que este pago sea por uso y mayor cuanto más se contamine.
«Sabemos qué quiere la Unión Europea y los plazos marcados», ha explicado, y ha añadido que el Govern también tiene claro el modelo que quiere Cataluña pero que no se sabe el modelo que quiere el Gobierno.
Por ello ha emplazado al Ejecutivo central a definir «el modelo que quiere y pretende para financiar las vías de alta capacidad a partir de ahora».
Ha anunciado que el Govern «no pondrá ningún modelo sobre la mesa en el que los catalanes continúen pagando y los ciudadanos españoles no. Este modelo se ha acabado».
TRASPASO Y RESCATE
Puigneró ha pedido el traspaso de la AP-7 y la AP-2 a su paso por Cataluña para evitar «tener dos tipos de infraestructuras gestionadas con dos modelos diferentes».
Además ha reclamado que el Gobierno rescate los cuatro peajes que aún se mantendrán en Cataluña a partir del próximo miércoles: el Túnel del Cadí (Lleida), el tramo Sant Cugat-Manresa (Barcelona) de la C-16, el tramo Castelldefels (Barcelona)-El Vendrell (Tarragona) de la C-32 y los Túneles de Vallvidrera (Barcelona).
Ha asegurado que este rescate significaría un desembolso de 1.500 millones de euros y que «esto significa una décima parte del déficit fiscal que sufre anualmente Cataluña», y ha recordado que las radiales de Madrid fueron rescatadas por valor de más de 3.000 millones de euros.
INVERSIÓN EN LA C-32 NORTE
El Govern prevé que la liberación de la C-32 a su paso por el Maresme (Barcelona) permita descongestionar la N-II, especialmente en la parte sur de la comarca, entre El Masnou y Premià de Mar (Barcelona).
Por este motivo prevé una inversión de 120 millones entre 2022 y 2026 para mejorar la conectividad entre ambas vías y pacificar la N-II.
En concreto, prevé la construcción de seis nuevos enlaces, que se sumarán a los 18 ya existentes, y la mejora de otros dos para dotarlos de nuevos servicios.
La pacificación de la N-II se dividirá en dos tramos teniendo en cuenta que en el Baix Maresme (Barcelona) la reducción prevista del tráfico permitirá integrar la vía en el trazado urbano con un carril bici continuo en todo su recorrido, una reducción de la velocidad y una ampliación de las aceras.
Las actuaciones al norte de Mataró (Barcelona) serán «más conservadoras y menos radicales», según el secretario general de Vicepresidencia de la Generalitat, Ricard Font, ya que tiene más tráfico y se debe adaptar a cada tramo.