Puig defiende que Pablo Hasél tiene derecho a expresar sus pensamientos aunque sean «deleznables y claramente fascistas»

«La democracia es democracia» aunque siempre se puede mejorar, replica a Podem sobre si hay plena democracia en España

VALENCIA, 25

El president de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido este jueves que el rapero Pablo Hasél tiene derecho a ejercer la libertad de expresión aunque algunos de sus pensamientos le parecen «deleznables y de un contenido claramente fascista», por lo que ha insistido en que «probablemente la prisión no es el camino adecuado».

«Desde luego, combatiré las ideas que tienen actitudes totalitarias y neofascistas desde la palabra y desde la libertad de expresión», ha garantizado en la sesión de control de Les Corts en respuesta a su socio de gobierno Unides Podem sobre si cree que hay «plena normalidad democrática en España», como puso en cuestión hace unas semanas Pablo Iglesias.

Puig (PSPV) ha valorado así la situación de Hasél, encarcelado por enaltecimiento al terrorismo e injurias y calumnias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad, afirmando que lo que diga «no quiere decir que no tenga derecho a ejercer la libertad de expresión en una democracia», siempre «desde el respeto».

Ha reconocido que «en un momento puede haber algún tipo de sobredimensión de quienes ejercen la autoridad», en relación al uso de violencia en las protestas que apoyaban al rapero, además de recordar que nadie está fuera de la ley y que «en un estado de derecho todo el mundo tiene derecho a ser tratado con justicia».

Por contra, ha vuelto a lamentar que los incidentes en las calles le produjeron una «enorme desazón» porque los ve como un síntoma de «cierto fracaso» y algo que hay que analizar. «Nunca se puede justificar la violencia: es el antítesis de la democracia», ha advertido, y ha recordado más tarde que la libertad de expresión no es un derecho absoluto.

Al margen de la situación de Hasél, ha garantizado que en España se puede hablar con libertad y «protestar cuando es necesario o se piensa que es necesario, pero en un espacio de respeto porque es un sinónimo de la democracia».

El presidente valenciano, en general, ha reconocido que todas las democracias tienen insuficiencias aunque «no hay ningún sistema mejor», por lo que se trata de ver de qué manera se puede «profundizar, mejorar y avanzar hacia una sociedad más participativa y sobre todo con más igualdad».

Ha rechazado poner adjetivos a la democracia porque «la democracia es democracia», tiene unos fundamentos y en España «por supuesto están garantizados», si bien ha insistido en que «se tienen que mejorar y actualizar permanentemente». Por eso ha recordado que la Generalitat pidió hace años una reforma de la Constitución para avanzar en esta línea.

A partir de ahí, ha hecho hincapié en que «lo que jamás se puede consentir es poner en cuestión lo que era una dictadura y ahora es una democracia», con ejemplos de leyes que la han ido «perfeccionando» como la de igualdad, violencia de género o sanidad. Son derechos que «acaban afectando incluso a los que los han combatido de forma dura» como la Ley de Divorcio.

Y ha apostillado, en clave autonómica, que la Comunitat seguirá la «vía valenciana» basada en el respeto, el diálogo y la profundización democrática, un camino iniciado en 2015 con el cambio de gobierno y que cree que debe seguir.

Entre los partidos, la síndica de UP, Pilar Lima, ha denunciado que el «ruido» en torno a las protestas impide ver el problema de fondo y ha exigido responsabilidades por los «excesos y abusos» policiales, así como que Puig de «un paso» y apoye el indulto. También ha puesto el foco en los jóvenes que se sienten «criminalizados por su supuesto comportamiento irresponsable» y ha criticado que «gran parte de las televisiones y las derechas siguen retratándolos como delincuentes».

OPOSICIÓN

Por parte de la oposición, Isabel Bonig (PP) ha reiterado que Puig «como presidente debería haber apoyado a las fuerzas y cuerpos y a la delegada del Gobierno», la socialista Gloria Calero, y ha vuelto a exigir explicaciones porque la radiotelevisión pública valenciana, À Punt, juntara en el programa A la ventura a Consuelo Ordóñez y a Valtonyc.

El president ha replicado recordando el aniversario del 23F, del que todavía se puede «aprender alguna lección de lo que significó», y ha llamado a la cohesión política ante los grandes retos de la sociedad, como ahora el virus.

En su turno, Toni Cantó (Cs) ha citado unas declaraciones de Puig la semana pasada en las que defendía que «nunca» avalará que se pueda decir que se está a favor de liquidar a una persona, «pero sí que se puedan decir». «¿Va a permitir usted los delitos de odio?», le ha inquirido, y le ha preguntado cuál sería su postura si esto se refiriera a «un judío o una mujer».

«¿Entre el testigo de un juicio y el Hasél que agrede se ponen de lado de Hasél? ¿A qué juegan ustedes?», ha cuestionado al Consell, para criticar que pidan «castigos ejemplares» para «quienes hablen bien a estas alturas del franquismo» o «suelten un piropo» o que «hagan un cordón sanitario a un partido como Vox que es completamente democrático mientras pactan con Bildu o los golpistas catalanes».

El líder de Ciudadanos ha asegurado que le preocupa cómo se está » batasunizando la actualidad en España», por lo que ha instado a Puig a «dejar de mirar al norte violento –en referencia a Cataluña y Euskadi– en lugar del oeste», donde se encuentra el «milagro económico madrileño».

Ante esto, Puig ha defendido que el gobierno está «radicalmente en contra de la violencia, venga de donde venga», porque a su juicio los debates sobre los derechos y libertades «están ahí y se pueden tener». Ha mantenido que el derecho de la libertad de expresión tiene «sus límites como otros» cuando «se sobrepasan las barreras de la legitimidad», algo que debe tener respuesta y que «puede ser otra» que no sea la cárcel, como defendía en las declaraciones.

Y de Vox, su síndica, Ana Vega, ha instado a Compromís y Podem a «lavarse la boca» antes de hablar de los cuerpos de seguridad, además de defender que la Policía se enfrentó «sin medios suficientes y con desamparo institucional a delincuentes terroristas callejeros asolando Valencia, con varios agentes heridos». Es más, ha asegurado que estos partidos «alientan la violencia desde las instituciones», lo que ve como una «filial valenciana de Bildu y ERC».

Ximo Puig le ha contestado preguntándole si piensa que esta es de verdad la situación y «gran preocupación» de la Comunitat cuando lo importante es la pandemia. «La Policía Nacional es de todos los ciudadanos y no de grupos radicales como el que usted representa», ha atacado, para asegurar que él mantiene una relación positiva, amable y coordinada con estos cuerpos.

Y ha recalcado: «Nadie de este gobierno alienta la violencia, nadie quiere que se fracture la convivencia», antes de instar a Vox a no permanecer «ajenos al dolor de centenares de miles de mujeres por el pero terrorismo», la violencia machista, de cara al 8 de Marzo.

Sobre la aparición de Consuelo Ordóñez y Valtonyc en À Punt, Puig ha garantizado que no hay «injerencias gubernamentales como pasaba con el PP en Canal 9», ha reconocido que cualquier entrevistado tiene derecho a saber qué se le va a preguntar y con quién va a mantener un careo y ha asegurado que la dirección de la televisión ya ha pedido disculpas.

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