Puig defiende ante Ribera que el trasvase es «irrenunciable» pero exige huir del «fanatismo» y «guerras del agua»
ALICANTE, 22
El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, ha defendido este lunes ante la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, que el trasvase Tajo-Segura es una infraestructura «irrenunciable», pero ha señalado que, para garantizar «el agua para siempre», se debe conseguir «una solución de consenso» huyendo del «fanatismo» y de «las guerras del agua».
Puig, en su discurso en la inauguración en Alicante del acto Diálogo sobre el Futuro del Agua , junto a la ministra Ribera y el alcalde de la ciudad, Luis Barcala, ha reivindicado que los trasvases son «básicos» para garantizar agua junto a la sostenibilidad, mediante depuradoras y desaladoras, y a la innovación.
En ese sentido, ha apostado por el trasvase Júcar-Vinalopó, al que la Generalitat destinará 25 millones hasta 2024, y el Tajo-Segura, que es «irrenunciable». «Hemos sido firmes en la defensa de los regantes y también leales en la búsqueda de soluciones de consenso. Por eso, diálogo y compromisos de todos para garantizar a nuestros regantes lo que necesitan y merecen: agua para siempre», ha remarcado.
Al respecto, ha insistido en que la vía es «solucionar problemas». «Ya es hora de superar las guerras del agua. Ni en ningún lugar, ni entre nosotros. No es tiempo para Cañas y Barro , sino que este momento obliga a más actuaciones y menos sobreactuaciones».
En esta línea, ha señalado que aunque «no tenemos planeta de repuesto, no hay planeta B», «no se puede abordar la emergencia climática desde el fanatismo». «Tenemos talento, tecnología y determinación para afrontar lo mejor de esta sociedad, para superar el reto global», ha resaltado.
Además, ha explicado que la Estrategia de la Generalitat se completa con «la sostenibilidad» y, al respecto, ha recalcado que la Comunitat Valenciana es la que «más agua reutiliza en toda España frente a otras comunidades en las que falta una sostenibilidad enorme, como Madrid que en la cabeza del Tajo no hace ninguna reutilización ni regeneración». Aún así, ha recalcado que la Comunitat «debe ir mucho más allá» potenciando y mejorando las depuradoras y las desaladoras.
El segundo pilar de la estrategia valenciana es la innovación porque «cada gota cuenta» y, por ello, en los últimos tres años se han destinado 75 millones de euros a mejoras de regadíos y para 2022 consignan otros 27.
Puig ha recalcado que hay que hacer cosas «ya» porque ha advertido de que el Mediterráneo, y Alicante en particular, es una de las zonas del mundo que «más está empezando a notar los efectos del cambio climático».
«AGUA NO PUEDE SER FACTOR DE DESEQUILIBRIO TERRITORIAL»
En ese sentido, ha señalado que la Comunitat Valenciana «conoce el estrés hídrico en todas sus dimensiones» porque «tenemos alguna de las ciudades más densas y los destinos turísticos más demandados, lo que obliga a ganar eficiencia» y tiene además «alguna de las comarcas más secas» y eso exige «aprovechar mejor el agua en el medio rural» para «evitar que el agua sea otro factor de desequilibrio territorial».
El president ha resaltado, como ejemplos de la actuación desde la Generalitat para luchar contra el cambio climático, el Plan Vega Renhace, que «no una respuesta reactiva, sino preventiva, proactiva» con 62 millones y 10 más que aportará el Ministerio; el Plan para l Albufera, que en breve se constituirá una mesa bilateral Gobierno-Generalitat para perfilar las obras y la búsqueda de soluciones «definitivas» para nuestros regantes.
Así, ha recalcado que «la gestión de la escasez es el mayor reto». «Los Gobiernos no pueden hacer que llueva más. Pero sí podemos encontrar alternativas coyunturales -de transición- y estructurales», ha señalado. De este modo, ha insistido en la importancia de la gestión del «mientras tanto» porque en el campo «hay mucho en juego» y porque la «transición hídrica» también tiene que ser «justa».