PSOE y Podemos quieren llevar la próxima semana a comisión la reforma de la ley mordaza, aún sin acuerdo con ERC y Bildu
Los grupos del Gobierno presionan a sus socios del Congreso para que no dejen caer el texto de la ponencia: Sería «irresponsable»
El PSOE y Unidas Podemos están decididos a llevar la próxima semana a la Comisión de Interior del Congreso la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, rebautizada como ley mordaza por sus críticos, aún sin tener un acuerdo con sus socios parlamentarios de ERC y EH Bildu para garantizarse su aprobación.
Según han explicado a Europa Press fuentes parlamentarias, los dos grupos que apoyan al Gobierno llevarán este jueves a la reunión de la Mesa y los portavoces de la Comisión de Interior que el informe de la ponencia sobre la reforma se debata y vote la próxima semana, concretamente el martes 14 de marzo.
Será el primer debate público sobre esta proposición de ley desde que el Pleno del Congreso aprobará en septiembre de 2020 la toma en consideración de la iniciativa planteada por el PNV. En los últimos meses se ha estado trabajando en las ponencia, cuyas reuniones se celebran a puerta cerrada.
La ponencia aprobó su informe el pasado 1 de febrero y superó este trámite porque ERC votó a favor pese a que los independentistas catalanes, y también EH Bildu, mantienen sus discrepancias con ese texto. Pero en la votación de comisión, ninguno de estos partidos tiene previsto dar su apoyo al dictamen si el PSOE y Unidas Podemos no se mueven.
Por lo pronto, los dos grupos que componen el Gobierno de coalición sólo tienen cerrado el apoyo del PNV y, para que la comisión apruebe un dictamen requieren al menos la abstención de dos grupos minoritarios –ERC, EH Bildu o Junts–, puesto que el PP, Vox, Ciudadanos y el diputado de Navarra Suma y representante del Mixto, Carlos García Adanero, están en contra de la reforma.
PELOTAS DE GOMA Y DEVOLUCIONES EN FRONTERA
Desde el PSOE y Unidas Podemos ponen en valor los acuerdos alcanzados hasta ahora y verían «irresponsable» que sus socios habituales prefieran mantener vigente la ley impulsada en su día por el PP, en lugar de apoyar la reforma.
Eso sí, no ven posibles avances en dos de los puntos más conflictivos: la prohibición del uso de pelotas de goma y las devoluciones en caliente de migrantes en las fronteras. Respecto al primer asunto, insisten en que no forma parte de esta norma y que debe regularse mediante protocolos para que este material deje de utilizarse, como ya ocurre en Cataluña y el País Vasco.
Además, el PSOE y Unidas Podemos ya pactaron al inicio de la tramitación no incluir en la modificación legislativa el tema de las devoluciones en frontera. Lo fiaron a una reforma de la Ley de Extranjería que tampoco se ha materializado, pero se mantienen en su decisión de no meterlo en la reforma de la mordaza .
EN EL PLENO, AÚN MÁS DIFÍCIL
Y también se mantienen los desacuerdos sobre los artículos 36.6 (desobediencia) y 37.4 (faltas de respeto) por lo que si los socios parlamentarios no viran a la abstención, el texto decaería en la comisión.
Si llegara ese cambio de posición y se salvara el trámite en comisión, el siguiente paso sería el Pleno, donde ya no serían suficiente las abstenciones porque, para salir adelante la reforma se requiere sumar un mínimo de 176 votos, dado su carácter orgánico.