PSOE lamenta que no se parase el partido por insultos a Vinicius y recuerda que se hizo cuando llamaron nazi a Zozulya
El secretario de LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez, ha lamentado que no se detengan los partidos de fútbol cuando se producen insultos racistas y homófobos, al tiempo que ha recordado que sí se dejó de jugar el día que los aficionados llamaron nazi al jugador del Albacete Roman Zozulya, en 2019.
Gutiérrez, que forma parte de la Ejecutiva del PSOE, ha hecho estas declaraciones al día siguiente de que se produjeran insultos racistas contra el jugador del Real Madrid Vinicius Junior en el campo del Valencia. Estos hechos han provocado que la Fiscalía de Valencia haya abierto de oficio una investigación para determinar si los insultos constituyen un delito de odio.
«Recordemos que mientras siguen sin detenerse partidos de fútbol por insultos homófobos o racistas, como escuchamos en CADA PARTIDO, no se dudó a la hora de hacerlo cuando se llamó nazi a Zozulya», ha escrito en un mensaje en su cuenta de Twitter, recogido por Europa Press.
A continuación ha señalado que la Ley del Deporte es clara y ha pedido que su peso caiga sobre estos «energúmenos», según ha calificado a los autores de las descalificaciones. Junto al mensaje, ha publicado varias imágenes del futbolista ucraniano, que actualmente juega en el Rayo Majadahonda, en la tercera categoría del fútbol español.
De este modo ha comparado lo sucedido este domingo con los hechos del 15 de diciembre de 2019 cuando se suspendió el encuentro entre Rayo Vallecano y Albacete por los insultos recibidos por Zozulia de parte de la afición de Vallecas.
Ambos equipos decidieron no volver al terreno de juego después del descanso, una decisión que fue respaldada por LaLiga, la Real Federación Española de Fútbol y por ambos clubes.
Aquel día Zozulya regresaba a Vallecas casi tres años después de su fichaje en el mercado de invierno de 2017. El jugador solo estuvo unos días en Madrid, al ser declarado «no bienvenido» por parte de la afición vallecana. «Vallekas no es lugar para nazis», fue el recibimiento, por unas fotos que le relacionaban con la ideología nazi, vestido de militar y con armas.