Prisión provisional para el creador de un negocio de inversiones en criptomonedas que resultó ser una estafa
El juez de la Audiencia Nacional le ha dado traslado de la querella y le tomará declaración en los próximos días
El magistrado del Juzgado Central de Instrucción número 1, Santiago Pedraz, ha acordado este martes prisión provisional para el empresario Javier Biosca, responsable presuntamente de una estafa piramidal a inversores de criptomonedas. La decisión se ha acordado tras su comparecencia por videoconferencia después de que fuera detenido, y dado que pesaba una orden de busca y captura contra él.
A la vistilla, que ha tenido lugar este martes a las 11.00 horas por videoconferencia y en la que se le ha dado traslado de la querella contra él, han acudido las partes personadas así como el Ministerio Fiscal. A Biosca le ha acompañado un abogado de oficio, según fuentes jurídicas consultadas por Europa Press.
La prisión provisional se ha acordado, según las mismas fuentes, para evitar que pueda fugarse, que destruya pruebas o pueda entrar en contacto con los perjudicados. Biosca ha comparecido desde la provincia de Málaga, donde fue detenido este domingo en relación a otro asunto, y ahora será trasladado a Madrid para que declare ante el magistrado en calidad de investigado.
A la comparecencia de Biosca le seguirán la de su mujer, Paloma Gallardo, y la de su hijo Sergio Biosca Galalrdo, también investigados, y a ellos se sumaran según estas fuentes un número importante de testigos, entre ellos el personal de seguridad contratado por Biosca y que también entraron en el negocio que proponía el acusado y que resultó ser una estafa.
En esta causa, de la que se declaró competente Pedraz en mayo, se investiga a la mercantil Algoritmhmics Group, una empresa que en 2019 captaba inversiones de particulares que querían obtener altos intereses en el mercado de las criptomonedas.
Según el auto al que tuvo acceso Europa Press, a Biosca, a la mujer y al hijo se les imputan hechos que pueden ser constitutivos de un delito continuado de estafa, blanqueo de capitales y organización criminal. La Audiencia Nacional pone el foco en que sobre este mismo negocio sobrevolaban otras querellas más, como la de la Asociación de Afectados por las Inversiones en Criptomonedas –representada por el bufete de Emilia Zaballos–, que calcula que los afectados podrían rondar los 300, y el dinero pasaría de los 100 millones.
EL CHIRINGUITO FINANCIERO DE BIOSCA
En la querella de esta asociación se detalla que Biosca y su familia crearon un negocio dedicado a las inversiones en criptomonedas en 2019 pero que carecía de todo tipo de autorizaciones dado que no estaba inscrito por ejemplo en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Tras montar ese chiringuito financiero comenzaron a captar clientes que debían entregar su dinero a Biosca, quien garantizaba una rentabilidad del 20 o del 25 por ciento semanal –al menos al inicio–. Dado que los primero inversores comenzaron a recibir beneficios, se corrió la voz entre familiares de estos alabando la figura de confianza de Biosca y el negocio pasó rápidamente de los 30 inversores a los 500.
Pero durante la pandemia y el confinamiento se produjeron las primeras situaciones de irregularidad con incumplimiento por parte de Biosca, que dejó de pagar a casi todos los inversionistas, lo que produce la primera situación de desconfianza. Y es a finales de octubre cuando desde Algoritmhmics Group dejó de hacer abono de cantidad alguna.