Primer nacimiento en Europa tras una técnica no invasiva de análisis cromosómico de los embriones
La unidad de Reproducción Asistida del Hospital Ruber Internacional ha logrado el nacimiento del primer bebé en España y Europa tras la aplicación del estudio EMBRACE que permite la detección no invasiva (sin biopsiar el embrión) de aneuploidías embrionarias (alteraciones cromosómicas).
El nuevo test no invasivo, desarrollado por Igenomix, permite identificar los embriones con mayores probabilidades de ser cromosómicamente normales sin necesidad de tocar el embrión. Con esta información, el especialista podrá decidir qué embrión transferir en primer lugar en un ciclo de fecundación in vitro (FIV) y así mejorar las posibilidades de conseguir el embarazo de un bebé sano y disminuir la tasa de abortos.
Con el aumento de la edad materna se incrementan las posibilidades de alteraciones cromosómicas en los embriones, provocando que no se produzca la implantación de los mismos o en caso de que lo hagan, que aumente la tasa de aborto o se produzca el nacimiento de un bebé con una alteración cromosómica.
«En los últimos años, la FIV con la biopsia embrionaria (DGP o PGTA) han podido ayudar a minimizar estos riesgos y permitir identificar aquellos embriones que son cromosómicamente anormales», explica el Director de Laboratorio y Científico de la Unidad de Reproducción Asistida del Hospital Ruber Internacional, doctor Yosu Franco.
La unidad de Reproducción Asistida del Hospital Ruber Internacional coordinada por la doctora Elena Carrillo de Albornoz, ha implementado de forma rutinaria esta técnica permitiendo que los embriones con mayores probabilidades de tener un numero correcto de cromosomas obtengan la puntación más alta priorizándolos para la transferencia.
Tal y como explica la doctora Carrillo de Albornoz, aunque la morfología del embrión es una buena metodología de selección embrionaria hasta el 35 por ciento de los embriones morfológicamente de buena calidad son aneuploides.
El Hospital Ruber Internacional ofrece esta técnica no invasiva desde junio 2020 como complemento al diagnóstico morfológico embrionario obteniendo el primer bebé nacido sano. Este test favorecerá que cualquier paciente de un ciclo de FIV pueda aumentar la eficacia y eficiencia de los tratamientos para tener un niño sano en casa.