Los 27 se comprometen a reconocer las pruebas de antígenos que incluyan en una lista común aún por definir
BRUSELAS, 21
Los países de la Unión Europea se han comprometido a reconocer las pruebas de antígenos para el diagnóstico de COVID-19 que hayan sido validadas en otros países y que cumplan con una serie de requisitos mínimos, como por ejemplo que cuenten con una sensibilidad igual o superior al 90%.
Los Veintisiete llegaron a este acuerdo el miércoles a nivel de embajadores, pero la medida no se pondrá en marcha de manera inminente. Antes, los socios comunitarios deben «acordar, mantener y compartir» con la Comisión Europea y el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) una lista «común y actualizada» de las pruebas de antígenos que consideren adecuadas.
Posteriormente, de esta lista acordarán una selección de pruebas «cuyos resultados serán objeto de reconocimiento mutuo de cara a la adopción de medidas de salud pública», según consta en el texto que han pactado todas las capitales europeas.
En cualquier caso, toda prueba de antígenos tendrán que contar con el etiquetado CE y cumplir con unos requisitos mínimos de rendimiento para poder ser parte de la lista: su sensibilidad tendrá que ser de al menos un 90% y su especificidad, igual o superior al 95%.
Además, estas pruebas tendrán que haber sido catalogadas como «adecuadas» al menos por un Estado miembro y se tendrá que facilitar información sobre la metodología y los resultados de los estudios realizados que han llevado a esa conclusión.
En plena tercera ola y con los casos de Covid-19 creciendo en todo el bloque, los Veintisiete se han comprometido a seguir utilizando estas pruebas rápidas de antígenos para «reforzar aún más su capacidad global» de diagnóstico, que «siguen siendo un pilar clave en el control y mitigación» de la pandemia.
Los gobiernos europeos también han destacado que las pruebas rápidas de antígenos tienen que ser realizadas por personal sanitario cualificado u otros técnicos «debidamente formados» y solo permitirse por el propio interesado en determinadas circunstancias.
Además, especifican que se deben utilizar en pacientes sintomáticos, contactos de casos confirmados, agregación de casos para la detección temprana y el aislamiento de los pacientes, el cribado de zonas de alto riesgo y entornos cerrados o en situaciones o zonas epidemiológicas en las que la tasa de positividad sea alta o muy alta (por ejemplo superior al 10%).