Presidente canario busca la aprobación de un decreto ley para dar respuesta a la «emergencia» de menores migrantes
SANTA CRUZ DE TENERIFE, 25
El presidente de Canarias, Fernando Clavijo, ha avanzado este jueves que el próximo domingo, 28 de julio, se trasladará a Madrid para intentar buscar la aprobación de un decreto ley con el que dar respuesta a la «emergencia» de los menores migrantes no acompañados que llegan a las costas del archipiélago actualmente y que ya ascienden a casi 6.000.
Así lo ha indicado el presidente canario en declaraciones a los periodistas cuando ha acudido a la inauguración del Centro de Rehabilitación Psicosocial en La Palma.
Para Clavijo es necesario que se produzca «algún tipo de acuerdo», ya que subrayó que es una cuestión de «humanidad».
«Tenemos que cumplir los tratados internacionales, tenemos que cumplir los derechos de la infancia, tenemos que cumplir los derechos humanos y tenemos que dar respuesta. Y no es un problema de Canarias, es un problema de Europa y es un problema de España», apostilló.
Por ello, afirmó que desde el Ejecutivo regional intentarán que salga adelante ese decreto ley que «da una respuesta de emergencia a una situación de emergencia» y añadió que continuarán «durante todo el mes de agosto» porque no se pueden resignar «a ser cómplices del incumplimiento de la vulneración de los derechos de los niños y de las niñas».
En este sentido, apuntó que mientras los adultos están teniendo un traslado «más o menos razonable, ocho, diez, once días», en el caso de los menores no acompañados la situación se prolonga porque la normativa actual recoge que son competencia de la comunidad a la arriban y «la realidad» es que estos niños «han tenido que sufrir, en algunos casos, el ver que sus hermanos, padres o madres son tirados por la borda porque han fallecido en la travesía».
Son menores, indicó, que llegan al archipiélago «destrozados, hay que hidratarlos, hay que tratarlos y hay que garantizarles un futuro de vida», por lo que apuntó que se niega a decir que vive en un país «insolidario».
«Me niego a que lo que quede sea el lamentable espectáculo que se dio en el Congreso de los Diputados el pasado martes», subrayó para agregar que desde el Gobierno de Canarias se lleva «más de un año reivindicando una respuesta», y aseguró que seguirán trabajando e intentando «propiciar espacios de encuentro para que esos acuerdos lleguen».
Cuestionado por la posición de su vicepresidente, Manuel Domínguez, del Partido Popular, tras la postura expuesta por el PP en el Congreso de los Diputados que provocó que no saliera adelante la tramitación de la modificación de la Ley de Extranjería, señaló que parte del problema es que se quiere «convertir un drama humanitario en un problema político».
Para el presidente canario es esto lo que «ha impedido un acuerdo y un gran pacto de Estado» aunque admite que le cuesta creer que «sea posible ponerse de acuerdo para repartirse los sillones del Consejo General de Poder Judicial y que no» sean capaces de sentarse y de reunirse, PSOE y PP, para «dar respuesta a un drama humanitario que es, ni más ni menos, que poder atender dignamente a esos niños».
«Esto no es un problema político, esto no es un problema territorial, este es un problema humanitario, y como país tenemos que dar respuesta. Y yo no quiero contribuir a esa crispación, a ese enfrentamiento, creo que Canarias se ha mantenido con el pacto y está actuando de manera responsable, de manera humanitaria y con una paciencia, que el problema es que lo que tenemos que evitar es que se le acabe la paciencia al pueblo canario», dijo.
En relación con ello se refirió a las palabras que le expresó el Papa, cuando lo visitaron este año, en cuanto a lo «orgulloso que tenía que estar el pueblo canario de la respuesta civilizada humanitaria» que estaba dando ante la situación migratoria, aunque subrayó Clavijo que Canarias necesita que «quienes tienen que tomar las decisiones de Madrid» les escuchen y sean «conscientes porque, de lo contrario, lo que se va a generar es sufrimiento» e imágenes que a nadie les gustaría.