PP y Vox censuran a Marlaska que apoyara desde el CGPJ la ley mordaza que ahora quiere reformar
El PP y Vox han censurado este miércoles en el Congreso la propuesta del Gobierno para reformar la Ley de Seguridad Ciudadana, la conocida por sus detractores como ley mordaza , en un intento de aprobar una nueva ley que, según estos partidos, beneficia a la «chusma violenta» contando con el apoyo del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, a pesar de que en su etapa como vocal en el Poder Judicial sí se sumó al «rodillo» que avaló la norma de 2015.
En la sesión de control al Gobierno, Grande-Marlaska ha defendido que la nueva ley busca garantizar la «seguridad jurídica» de los policías y los derechos de ciudadanos, unos derechos que fueron «limitados» por la mayoría absoluta del PP en un intento de «protegerse de las protestas por la corrupción que les ahogaba».
EL PP SE REMONTA A 2014
«La actual ley la avaló el Tribunal Constitucional y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos», le ha replicado la diputada del PP Ana Belén Vázquez, antes de recordarle: «Pero también usted». En este sentido, ha recordado que el 27 de marzo de 2014, estando en el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta del PP, «formó parte del rodillo» que por «unanimidad» respaldó el texto de la conocida como ley mordaza .
En su turno, Grande-Marlaska ha señalado que la ley de 2015 fue «cuestionada» por el Tribunal Constitucional, que «declaró una parte inconstitucional y otras de necesaria interpretación». También ha recordado la subida salarial aprobada durante su mandato para policías y guardias civiles, la oferta de 10.000 plazas frente a las 13.000 perdidas con el PP y el plan de inversiones en infraestructuras policiales de 600 millones.
Asimismo, Grande-Marlaska ha defendido que España cuenta con la tasa de criminalidad más baja de los últimos años, por lo que no es un país inseguro como «pinta» el PP y «sus amigos de Vox». «Prepárense para seguir viviendo en democracia durante mucho tiempo con un Gobierno como este», ha terciado.
MANIFESTACIÓN DE POLICÍAS
El PP le ha reprochado también que ahora cuestione la manifestación del sábado en Madrid de policías, guardias civiles y representantes de cuerpos autonómicos y locales que no respaldan la reforma de la ley mordaza que plantea PSOE y Unidas Podemos, con el apoyo de ERC, PNV o EH Bildu.
Ana Vázquez le ha mostrado varias fotografías en las que Grande-Marlaska, en el pasado, lució la pulsera de la plataforma Jusapol, la convocante de la manifestación del sábado en Madrid, aludiendo también a que, estando en la oposición, miembros del PSOE «se pelaron» por llevar la pancarta en otras protestas convocadas por esta asociación de la que surgieron las organizaciones mayoritarias en Policía (JUPOL) y Guardia Civil (JUCIL).
«Váyase, señor Marlaska», ha concluido la diputada del PP, mencionando otras polémicas como el tercer grado para el detenido por el crimen del niño de Lardero. «¿Qué es lo que cambió cuando usted colgó la toga?», se ha preguntado.
El diputado de Vox Ignacio Gil Lázaro ha denunciado la «miserable» y «humillante» reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, al entender que quiere «regalar» el control de las calles al conjunto de la extrema izquierda y a los partidos herederos de quienes «hicieron del crimen su profesión».
También ha aludido a los «ministros comunistas con cartera que jalean cualquier forma de terrorismo» y a una «chusma violenta que existe y está ahí, y que sigue pretendiendo quemar vivo algún día a un policía». Según Gil Lázaro, el plan del Gobierno es «facilitarse las cosas» para que, cuando pierdan el poder, «poder quemar las calles, que es lo que ha hecho sistemáticamente».
Grande-Marlaska le ha respondido que el único interés de Vox es «generar un clima de odio» y que, para ello, instrumentaliza a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. «¿Sabe cómo somos nosotros patriotas? Con 10.000 puestos más de agentes, subiendo sueldos, con 600 millones para infraestructuras», ha comentado el ministro, que también ha dicho en sus intervenciones que ahora no hay un «uso partidista» de Interior.