PP, Vox y Cs echan en cara a González Laya falta de diálogo en la elaboración de la Estrategia de Acción Exterior

La ministra de Exteriores asegura que todas las aportaciones que quieran hacer los grupos serán «bienvenidas»

El PP, Vox y Cs han echado en cara a la ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, la falta de diálogo y consenso con los que a su juicio se ha elaborado la Estrategia de Acción Exterior que ha presentado este jueves ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, cuyo contenido y objetivos también han puesto en entredicho por distintos motivos.

Según la ministra, la estrategia se ha elaborado tras una «amplia consulta» con distintos niveles de la administración, las ONG, think-tank y otros actores con vistas a lograr que España pueda «asumir más protagonismo» en la escena internacional, defender sus intereses y proyectar sus valores.

«Si lo que pretende es hacer política de Estado debería dialogarse de verdad», ha defendido la portavoz del PP, Valentina Martínez, denunciando que solo se dio de margen una semana por ejemplo a las comunidades autónomas para que pudieran hacer sus aportaciones.

A este respecto, González Laya se ha defendido asegurando que se contactó con todas las comunidades autónomas «solicitando observaciones y sugerencias» y solo llegaron de Galicia, Madrid, Cantabria, Castilla y León, Castilla La Mancha, Navarra y Extremadura.

Además, tras pedir a Martínez «humildemente» que se releyera la estrategia, ha considerado «curioso que este Gobierno reciba lecciones en inclusión en la estrategia cuando la última no fue objeto de consulta con nadie», en referencia a la anterior elaborada en 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy. «No somos perfectos, seguro que podemos ampliar más el espacio para la consulta, pero un poco de humildad», ha reclamado.

Martínez le ha replicado defendiendo que no puede considerarse diálogo «enviar un Power Point y dar una semana de plazo para hacer comentarios». «En el PP somos un poquito menos inteligentes que ustedes y no entendemos eso como diálogo», ha ironizado, defendiendo que «para tener una política exterior fuerte no es necesario que haya sumisión».

AGENDA IDEOLÓGICA Y SECTARIA

La diputada popular ha cuestionado también dónde están los objetivos e intereses de España en la estrategia o el «rasgo distintivo» de la misma, subrayando que en el documento no queda claro dónde se quiere posicionar al país y por qué quiere que se nos reconozca a nivel mundial. A su juicio, se trata de una «agenda ideológica» en la que no están claros tampoco quiénes son los aliados y los rivales de España.

A su vez, el portavoz de Vox, Iván Espinosa de los Monteros, ha agradecido irónicamente que «nos llamaran una vez que ya estaba elaborada» y ha sostenido que la estrategia le parece «sectaria» porque promueve principios y valores que no concuerdan con la mayoría de los españoles.

En este sentido, ha incidido en particular en la apuesta por una diplomacia feminista que hace el Gobierno, subrayando que en otros países como Reino Unido o Francia la prioridad de su política exterior es defender sus intereses en el mundo.

Asimismo, ha lamentado que en el último año España «ha perdido prestigio e influencia» a nivel mundial y ha recalcado que aunque Vox coincide en que el compromiso con los Derechos Humanos es una «seña de identidad de nuestra política exterior» no cabe la «equidistancia» frente a regímenes como los de Venezuela, Cuba o China.

Por su parte, la portavoz de Cs, Marta Martín, ha señalado una «falta de consenso y acuerdo en un documento que no es del ejecutivo actual sino de Estado y que tiene que tener vocación de permanencia con independencia del gobierno que esté». «Cuanto más podamos aportar mejor», ha defendido.

También ha puesto el acento en la «rimbombancia» en la que según ella está redactada la estrategia, «con palabras que suenen muy bien pero no se concretan en acciones determinadas», y ha echado en falta que no vaya acompañada de una memoria económica. En este punto, González Laya ha puntualizado que una vez la estrategia sea aprobada en el Consejo de Ministros irá acompañada de una memoria económica.

APORTACIONES BIENVENIDAS

Ante todas estas críticas, la ministra ha insistido a los diputados en que todas las sugerencias que quieran realizar serán «bienvenidas». «No garantizo que todas sean tenidas en consideración» porque de lo que se trata es de «poner coherencia», ha añadido, aclarando que el documento presentado este jueves es un borrador y que la estrategia final será aprobada más adelante por el Consejo de Ministros.

Igualmente, ha rechazado que se trate de «una agenda ideológica» o que la estrategia ofrezca «una visión demasiado positiva» de la situación de España, incidiendo en que recoge tanto las fortalezas, «que son muchas», como las debilidades. «Me gustaría que nos dieran el beneficio de la duda», ha señalado la ministra, asegurando que la voluntad del Gobierno «es cumplir y hacerlo con la máxima transparencia».

Las portavoces de PP y Cs también han aprovechado para afear a González Laya que llevara diez meses sin comparecer ante la Comisión de Exteriores. En este sentido, Martínez ha lamentado el «ninguneo» de la ministra pese a que los distintos grupos políticos han solicitado en más de 40 ocasiones su comparecencia.

González Laya se ha defendido subrayando que ha realizado nueve comparecencias a petición propia en comisión, ha tenido tres intervenciones legislativas en el Pleno y ha respondido a catorce respuestas en sesiones de control en ambas cámaras.

Además, ha añadido, su departamento ha respondido a 3.225 preguntas escritas. En el caso de las formuladas por Martínez, según la ministra, el 45 por ciento se referían a Venezuela, poniendo así en entredicho la «amplitud de miras» de esta respecto a la política exterior. «No digo esto con ánimo de altanería sino para dejar notas sobre la mesa para dejar claro cuál es su interés y contribución», ha acotado.

Desde Bildu, su portavoz Jon Iñarritu ha reprochado la «falta de concreción» del documento, que en su opinión es «algo complaciente», mientras que para el portavoz del PNV, Aitor Esteban, se trata de «un desideratum de buenas intenciones y buenos deseos». «Esperemos que no se convierta en un quiero y no puedo», ha confiado.

La diputada de Junts Mariona Illamola ha valorado que es «un poco demasiado ambicioso y lo quiere abarcar todo», y ha coincidido en la crítica de que «se nos ha explicado la estrategia pero poco más», poniendo así en duda la apuesta por la diplomacia parlamentaria a la que hace alusión la estrategia.

SÁHARA Y MARRUECOS

Tanto Esteban, como Illamola como la diputada de ERC Marta Rosique han echado en falta que no se dedique especial atención al Sáhara Occidental teniendo en cuenta el vínculo histórico y denunciando la situación de represión por parte de Marruecos.

Respecto al Sáhara, González Laya ha reiterado que el Gobierno no ha cambiado de postura frente a ejecutivos anteriores y que esta pasa por una «solución política que sea justa, duradera y mutuamente aceptable para las partes». Además, ha defendido el apoyo que se da y se seguirá ofreciendo a los refugiados saharauis «porque somos un país responsable y que cumple con sus compromisos».

En cuanto a Marruecos, se ha limitado a señalar que hay «relaciones de muy buena vecindad» y que hay muchas cuestiones en las que los dos países están de acuerdo y «algunas en las que estamos en desacuerdo» y cuando esto ocurre se intenta «expresarlo de la manera más correcta posible».

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