PP exige a Montero el detalle de la ejecución mes a mes de fondos europeos: «Lo que está pasando no es normal»
El PP ha exigido este lunes a la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero, que rinda cuentas en el Parlamento todos los meses de la ejecución de los fondos europeos, pues cree que «no se sabe qué ocurre» con estos recursos: «Lo que está pasando no es normal», ha lamentado la vicesecretaria de Acción Sectorial del PP, Elvira Rodríguez.
En una rueda de prensa convocada en la sede del partido en la calle Génova de Madrid tras la reunión del Comité de Dirección, Rodríguez ha avanzado una iniciativa parlamentaria para impulsar «un mecanismo de transparencia y rendición de cuentas de la ejecución de fondos», y así contar con «una verdadera lupa sobre lo que está haciendo el Gobierno con ellos».
La regulación para la ejecución y la gobernanza de los fondos del Plan de Recuperación ya contempla una comparecencia periódica del Gobierno para informar de la evolución de este programa, en este caso de la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, ante la Comisión Mixta (Congreso-Senado) para la Unión Europea. La última tuvo lugar a finales de septiembre.
Rodríguez ha lamentado que, según las últimas cuentas de la Intervención General del Estado, se contabilizan 8.117 millones de euros de los 24.000 millones presupuestados, la mayor parte transferidos a organismos y comunidades autónomas «sin que nadie conozca el gasto real y su efecto sobre la economía».
«La falta de transparencia solo ayuda a que se gasten mal, se financien chiringuitos o nos encontremos ante otro Plan E cuando ya no haya remedio», ha dicho, señalando que «no se sabe qué ocurre con los fondos, más allá de comisiones mixtas de transferencias a las comunidades o modificaciones de crédito internas en la contabilidad sin que expliquen el por qué».
La exministra popular ha rechazado que, por estas críticas, el PP peque de «tremendistas ni cenizos» y ha dicho que, por mucho que el Gobierno «se empecina en mantener previsiones irreales», la economía española «no va bien», y así tiene constancia en el malestar de sectores como el agrario o el del transporte de mercancías por carretera, en el coste de la electricidad o en el repunte de los precios.