PP denuncia el pago con dinero público de un partido de fútbol organizado por directivos de Cantur en el Racing
«La pachanga ha costado a los cántabros casi 2.000 euros», ha afirmado Media, que registrará iniciativas sobre este asunto en el Parlamento
El PP ha denunciado el pago con dinero público de un partido de fútbol organizado por directivos de Cantur los Campos de Sport del Sardinero.
Así lo ha hecho este jueves, en rueda de prensa, el diputado del PP en el Parlamento de Cantabria, Roberto Media, exdirector general de Cantur, quien ha relatado que el pasado 19 de junio el campo del Racing se abrió para que 25 personas disputarán un partido de fútbol, unos «afortunados» elegidos –ha dicho– por el director de general de Cantur, Bernardo Colsa, y el consejero delegado de Cantur, Fernando de la Pinta.
El diputado del PP ha explicado que ambos dirigentes regionalistas prepararon un expediente para justificar la celebración de un partido entre Cantur y MARE, aludiendo a que se trataba de una petición realizada por los representantes de los trabajadores de Cantur, algo, que según el diputado del PP, es «mentira».
Así, Media ha señalado como en el citado documento se dice que el objetivo del partido es motivar a los trabajadores de Cantur y fomentar la práctica del deporte al aire libre.
Además, ha indicado que quedaba un segundo partido a disputar en el campo del Malecón en Torrelavega, que correría a cargo de la empresa pública MARE y que Media «desconoce» si se habrá realizado a la fecha de hoy.
«¿Cuántos trabajadores de los distintos centros de Cantur fueron invitados al evento?, ¿Se invitó a algún trabajador de Alto Campoo? ¿O a algún trabajador del teleférico de Fuente Dé?, ¿Algún cuidador de animales de Cabárceno tuvo la suerte de poder pisar los Campos de Sport del Sardinero?», se ha preguntado Media, quien ha asegurado que no había ningún interés en que los más 450 trabajadores de Cantur disfrutasen de ese día de ocio, sino 25 «afortunados elegidos por Colsa y de la Pinta».
«LA PACHANGA HA COSTADO A LOS CÁNTABROS CASI 2.000 EUROS»
El diputado ha detallado que para el evento, «pagado por Cantur», se contrató el alquiler del campo, los servicios de un fotógrafo y un cóctel para cada asistente.
«La pachanga nos ha costado a los cántabros casi 2.000 euros», ha subrayado Media, quien ha incidido en que el coste no es el problema, sino la actitud de los directivos de Cantur que, «mientras se cerraban los interiores de los restaurantes, ellos se alquilaban el Sardinero para que algunos mataran la mañana de un sábado».
En este sentido, el diputado ha recordado que le corresponde a Cantur y a la Consejería de Turismo apoyar a la hostelería y, por eso, ha considerado «lamentable» que, «mientras que la hostelería estaba en pie de guerra ante los ataques del Gobierno de Cantabria a sus negocios, los directivos de Cantur y también, de la empresa pública MARE, buques insignias ambas de la contratación de amiguetes en el ala regionalista del Gobierno, estaban centrados en planificar el ocio de esos propios directivos».
«¿El señor Colsa es consciente de que mientras que él organizaba estos eventos con sus amigos a costa de los cántabros, muchos hosteleros estaban padeciendo unas tremendas restricciones que imponía el gobierno al que pertenece?, ¿El señor Colsa es consciente de que cualquier cántabro, si queremos un sábado por la mañana jugar un partido con nuestros amigos y picar algo después con ellos, nos lo pagamos de nuestro bolsillo?», se ha cuestionado Media, quien ha exigido «ejemplaridad» a los dirigentes regionalistas.
EXPERIENCIAS GASTRONÓMICAS
Por otra parte, el diputado popular también ha denunciado el uso que varios miembros del PRC hicieron de las cenas promovidas dentro de la Telecabina del Parque de la Naturaleza de Cabárceno, denominadas Experiencias gastronómicas en el telecabina de Cabárceno , que se celebraron en los veranos de los años 2018 y 2019, y en las que durante la cena se recorrían parte de los recintos de algunos animales.
Media ha explicado que estas cenas, celebradas por las noches y cuando el parque estaba cerrado, tenían un coste de 60 euros por comensal y que Cantur corrió con algunos gastos de su preparación.
Asimismo, ha indicado que el contrato con la empresa que ofrecía las cenas disponía de una cláusula que decía que esta debía poner a disposición de la empresa pública de forma gratuita dos cabinas con cuatro comensales cada una mientras duraba la vigencia del contrato, es decir, ocho cenas de 60 euros gratuitas cada día.
El diputado ha explicado que cuando tuvo conocimiento de que varios miembros del PRC, familiares, amigos y allegados, habían hecho uso de esas cenas con cargo al cumplimiento de la citada cláusula, solicitó a través del Parlamento de Cantabria el nombre de todos ellos, pero sin obtener respuesta.
«La primera vez que lo hice fue el 4 de marzo del año pasado. No se me facilitó esa información requerida a la que, como representante de todos los cántabros, tengo derecho. He presentado hasta cuatro quejas ante la Mesa del Parlamento en los meses de junio, julio, agosto y octubre del año pasado. La respuesta siempre ha sido la misma: «esta información está sujeta a protección de datos», ha lamentado Media.
El diputado ha asegurado que si a esas cenas se ha invitado a empresarios, periodistas o a cualquier otra persona con el fin de promocionar Cantabria y sus productos, no hay ningún problema, por eso no entiende por qué se ocultan esos datos.
A su juicio, las empresas públicas en general y en este caso, Cantur en particular, deben ser «muy escrupulosas» con el uso de lo público.
«Cantur no es un restaurante para que cenen gratis los amigos y familiares del partido. Si les gusta cenar en una telecabina dentro de un parque tan bonito como el de Cabárceno, que se lo paguen como el resto de los cántabros. Si alguien quiere un sábado por la mañana jugar una pachanga con los amigos en el campo del Sardinero y luego tomar un cóctel, que se lo pague como el resto de los cántabros», ha abundado.
Por último, Media ha anunciado la presentación en el registro del Parlamento de varias iniciativas para que se aclare quién ha hecho un uso, cuando menos abusivo, de esta empresa pública.
«Estas actitudes son intolerables en una administración pública, y el intento de ocultarlas una verdadera vergüenza para quien nos dirige y debe ser ejemplar en sus comportamientos», ha concluido.