Pompeo traslada a Irak su «indignación» por el último ataque contra la Embajada de EEUU en Bagdad

MADRID, 27

El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, ha trasladado este lunes su «indignación» a Irak por el último ataque con proyectiles contra la Embajada estadounidense en Bagdad, que se saldó con un herido.

En una conversación telefónica con el primer ministro iraquí en funciones, Adel Abdul Mahdi, ha acusado del ataque a «grupos armados iraníes» y ha recalcado que «estos ataques demuestran un desprecio total por la soberanía iraquí y un fracaso a la hora de controlar a estos peligrosos grupos armados».

Asimismo, ha trasladado a Abdul Mahdi su agradecimiento por su compromiso con un fortalecimiento de la seguridad «para proteger al personal estadounidense y las instalaciones diplomáticas», según ha confirmado el Departamento de Estado.

«Consideramos el ataque de la pasada noche contra la Embajada como un intento para distraer la atención iraquí e internacional lejos de la brutal represión de los manifestantes pacíficos en Irak por parte de Irán y sus socios», ha sostenido Pompeo.

Por ello, ha pedido a Abdul Mahdi que trabaje para «mantener la soberanía iraquí» y le ha trasladado el «compromiso duradero» de Washington con la población del país, así como su disposición a «discutir» el «alcance» del despliegue militar de Washington en Irak.

La oficina de Abdul Mahdi ha publicado un comunicado un comunicado confirmando la conversación en el que el primer ministro ha condenado nuevamente los ataques contra la Embajada estadounidense en Bagdad.

Así, ha desvelado que las autoridades trabajan para reforzar los procedimientos de seguridad y las investigaciones tras estos incidentes, con el objetivo de que se repitan estos incidentes, tal y como ha recogido la agencia iraquí de noticias NINA.

Abdul Mahdi ha recalcado además la importancia de que la calma prevalezca en la región, que se respete la soberanía y las decisiones de Irak y que se eviten las interferencias en los asuntos internos del país.

La zona verde ha sido blanco de numerosos ataques con proyectiles desde que comenzó el año debido al incremento de la tensión entre Washington y Teherán a raíz de la muerte del general iraní Qasem Soleimani en un bombardeo estadounidense en Bagdad.

El Ejército iraní bombardeó con misiles el 8 de enero dos bases con presencia estadounidense en Irak en represalia por la muerte de Soleimani, jefe de la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria de Irán.

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