Polémica en Perú por dos policías que atan los zapatos al presidente Pedro Castillo en la calle
Dos policías se pararon para abrochar los zapatos al presidente de Perú, Pedro Castillo, cuando caminaba por una calle en la región de San Martín este viernes, lo que ha desatado una agria polémica.
Incluso la Defensoría del Pueblo ha salido al paso del incidente y ha pedido a Castillo que respete la dignidad de los miembros de la Policía Nacional y recuerda que las funciones de los agentes no implican hacerse cargo de acciones «estrictamente personales» como es el atado de su calzado.
«Este hecho agravia la moral de fuerzas del orden, desdibujando su imagen ante la población. Recordamos que el mandatario es también el primer servidor de la nación y está obligado a respetar la dignidad de toda persona que labore en su entorno, dando ejemplo a la ciudadanía», ha planteado la Defensoría en Twitter.
Tras la polémica, Castillo ha publicado en redes un mensaje en el que atribuye a su lumbalgia la acción de los agentes, que asegura fue estrictamente voluntaria sin que el ordenara o pidiera nada.
«Lamento que se haya malinterpretado una acción voluntaria del efectivo de seguridad, quien quiso evitar que mi lumbalgia recrudezca y se ofreció amablemente a dicha acción», ha indicado. «Nunca le pedí u obligué al efectivo policial que lo hiciera. Y no pude hacerlo yo mismo porque desde hace un tiempo uso chaleco antibalas para proteger mi vida de cualquier riesgo o amenaza», ha añadido.
Para Castillo fue un «hecho fortuito» que está siendo «malinterpretado y usado por mis adversarios políticos para seguir mellando mi imagen». «Respeto y agradezco la preocupación de la Defensoría y demás instituciones sobre este anecdótico hecho, pero reitero que no existió, ni existe un maltrato, ni discriminación», ha remachado.
De inmediato en redes sociales le han recordado que el pasado miércoles Castillo se bajó de su coche oficial durante un viaje a Arequipa para ayudar a un grupo de campesinos a recolectar cebollas. En el vídeo se puede ver a Castillo agachándose hasta el suelo junto a los campesinos.