PNV ve «irresponsable romper la legislatura por cálculos partidistas» y espera que no haya adelanto electoral
Ortuzar confía en que Sánchez «cumpla su palabra» y antes de verano haya «un paquete importante de transferencias»
BILBAO, 18
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha esperado que el Gobierno de Pedro Sánchez «cumpla su palabra» y que antes de verano haya «ya un paquete importante de transferencias» que sea «el preludio de que en otoño se siga negociando» y no se tenga que «ir a una campaña electoral acelerada por un adelanto de los comicios». A su entender, sería «una irresponsabilidad que, por cálculos partidistas de muy cortísimo plazo, se rompiera la expectativa de legislatura».
En una entrevista concedida a Herri Irratia-Radio Popular, recogida por Europa Press, el presidente del PNV ha lamentado la forma de hacer política en el ámbito estatal que se está convirtiendo en «rutina» y, como se evidenció este pasado miércoles en el Congreso, «quitando a Iñigo Errejón y Aitor Esteban, que plantearon temas relevantes, el resto fue puro ruido, un dislate». «Lo malo es que les gusta», ha lamentado.
En este contexto, preguntado por la posibilidad de que el Gobierno complete la legislatura, ha opinado que «la cosa a esta marcha no parece que iría bien», teniendo en cuenta las «maniobras» que se están dando en Murcia y «el rebote con eco aumentado» en Madrid.
«Tanto va el cántaro a la fuente que se termina por romper», ha advertido. Por su parte, ha subrayado que sería «una irresponsabilidad que, por cálculos partidistas de muy cortísimo plazo, se rompiera una expectativa de legislatura en la que se pusieron tantas expectativas».
Ortuzar, que ha destacado que al vicepresidente y líder de Podemos Pablo Iglesias «el furor le ha durado un año» antes de abandonar el Ejecutivo para presentarse a las elecciones madrileñas, ha indicado que «faltan un montón de cosas por hacer» y, por ello, al PNV le gustaría que el «ruido» que existe no «descentre».
Entre esos asuntos que es preciso abordar, ha citado la necesidad de superar la pandemia «de la mejor manera posible», la gestión de los fondos europeos para «salir» de la crisis económica y terminar de desarrollar «de una vez» el Estatuto de Gernika para que, una vez concluido ese proceso, se pueda «pensar en el nuevo marco de autogobierno para lo que queda de siglo XXI».
En relación a las transferencias, ha apuntado que «lo vamos a seguir intentando y tenemos palabra por parte del Gobierno de que las cosas van a cumplirse». Según ha explicado, en el Gobierno Vasco están «trabajando a contrarreloj para poder presentar los textos» de manera que se cumpla el calendario previsto.
Del mismo modo, ha esperado que el Ejecutivo central «cumpla su palabra y que antes de verano tengamos ya un paquete importante de transferencias (con prisiones, con el IMV y otras materias que están debatiéndose), y que sea el preludio de que en otoño sigamos negociando y no tengamos que ir a una campaña electoral acelerada por un adelanto de los comicios».
No obstante, ha admitido que las próximas elecciones en la Comunidad de Madrid «se toman como un termómetro o el preludio» de «una batalla» de unos comicios generales. «Y probablemente, en cada cuartel de cada partido y en la Moncloa y en la Puerta del Sol, el 5-M harán sus cálculos de qué les conviene», ha augurado.
En todo caso, ha advertido de que «esa forma de hacer política tan electoralista y tan calculadora suele salir mal». Por su parte, ha dicho que el PNV seguirá «a la zanja, a trabajar a lo nuestro».
Asimismo, ha apuntado que, si bien las «operaciones» de Murcia podrían parecer un «ensayo» por parte del PSOE de «abrir sus relaciones políticas al ámbito de Cs, lo cierto es que Sánchez llegó a la Moncloa como llegó y con los apoyos de quien llegó». Según ha recordado, «una pata muy importante» de esos apoyos «es Euskadi», pero también otra es «el apoyo de Cataluña, de ERC».
Por ello, ha esperado que «sean capaces de restablecer el diálogo político sobre el conflicto catalán y que, de ahí, salgan soluciones que den estabilidad política tanto a Cataluña como al Estado español y, de paso, a Euskadi» también. No obstante, ha considerado que «fácil no está».
Asimismo, ha advertido del riesgo de los populismos si no se pone «otro nivel» en la política estatal. En su opinión, el PP «ha subido los decibelios de manera absolutamente desafortunada», pero «le sigue todo el mundo el rastro».
«O ponemos otro nivel a la política o, si no, la gente, que bastante mal lo está pasando, nos va a dar la espalda. Y lo malo es que la solución a un sistema democrático que no funciona bien siempre es peor, o un populismo de derechas o un populismo de izquierdas, que tiene una característica común que es el autoritarismo. No juguemos con fuego», ha insistido.
MIKEL ZABALZA
Por otro lado, ha lamentado que no se abordan cuestiones como ley de secretos oficiales o el caso de Mikel Zabalza porque «son incómodas para una parte del Estado que sigue allí». En este sentido, ha señalado, en relación al debate sobre «si la democracia española es plena», que, a su entender, «es mejorable» y «uno de los asuntos en que cualquier democracia se mide es la memoria y el respeto a los procedimientos».
«En caso de Mikel Zabalza están las dos cosas ahí», ha advertido. De este modo, ha defendido que «un estado no puede utilizar la guerra sucia» aunque se esté «luchando con fenómenos tan duros como el terrorismo» y, además, ha reclamado que hay que «recuperar la memoria» de lo sucedido para poder «pasar página y que no queden heridas supurando».
Según ha remarcado, «la familia Zabalza merece saber qué pasó» y también «la justicia tiene que hacer algo para poner a cada uno en su sitio, a los que torturaron y a quien fue torturado y acusado de cosas que no había hecho».
Ortuzar ha lamentado que ETA se siga usando «como un ariete» porque «no hay nadie que tenga en este momento una preocupación mínimamente de que pudiera volver a repetirse algo de aquello», pero durante muchos años «ha sido un gran argumento electoral y algunos se resisten a dejar de utilizarlo».