PNV buscará un acuerdo de nuevo estatus consciente de que una parte de los vascos «no siente necesidad de independencia»
Insiste en la bilateralidad con el Estado y el reconocimiento de Euskadi como nación y sus «derechos»
BILBAO, 29
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha asegurado que su partido buscará «un acuerdo para un momento histórico» en Euskadi, con un «nuevo encaje de estatus político» y, en este sentido, apuesta por «un consenso lo más amplio posible», siendo consciente de la realidad europea y de que una parte de los vascos no siente «necesidad de independencia».
En una entrevista concedida a RNE, recogida por Europa Press, Ortuzar ha recordado que su partido «anda a trancas y barrancas» con el Gobierno del Estado «intentando que se cumplan todas las previsiones» del Estatuto de Gernika.
En esta línea, ha destacado que todavía hay «una larga lista» de materias pendientes de traspasar 40 años después de su aprobación y considera que lo primero es completar el texto estatutario. No obstante, ha apuntado que «al traje del Estatuto y también al constitucional, en lo que respecta al modelo territorial, se le han abierto las costuras».
«El cuerpo al que tiene que dar cobijo, es distinto al que era hace 40 años. La chaqueta empezó a ser muy entallada y hoy ya no nos cierra, no nos tapa», ha añadido.
Por ello, ha emplazado a buscar «otro traje, otro modelo de relación con las naciones que cobija el Estado español, Cataluña, Euskadi y, en su caso, Galicia, si lo quisiera, porque así está señalado en la Constitución Española».
«En la Constitución se utiliza el término nacionalidad, pero es un término ambiguo, equívoco y mejor llamar a las cosas por su nombre. Hay que buscar un acomodo a la realidad nacional de las naciones que conformamos el Estado español y, a partir de ahí, reconocer sus derechos políticos», ha añadido.
El líder jeltzale también cree que se debe establecer cuál es la relación que mantienen los vascos «con el resto del Estado y con la Administración central». «Nosotros creemos que debe ser una relación de bilateralidad, no de subordinación, y también queremos que, en caso de conflicto, quien arbitre sea una institución aceptada por las dos partes y con credibilidad para que sus juicios sean asumidos con normalidad. Eso hoy, con el actual Tribunal Constitucional, no sucede», ha aseverado.
Todo ello cree que debe incluirse en «un nuevo encaje del estatus político vasco en el Estado español». En todo caso, ha señalado que el PNV no prejuzga si la fórmula ha de ser una reforma estatutaria o sobre la base de un nuevo pacto constitucional. «Le damos más valor a los contenidos», ha subrayado.
«UN NUEVO TRAJE»
A diferencia del caso catalán, el presidente del EBB cree que en el caso de Euskadi hay «mimbres» dentro de la Constitución, que reconoce los Derechos Históricos, y en el propio Estatuto de Gernika, para, «si hay voluntad política», que haya «un percha más que suficiente para colgar ese nuevo traje de la relación entre Euskadi y el Estado».
«Sería un acuerdo para un momento histórico. No creo que tengamos que volver a los blancos y negros, y a la gente hacerle que renuncie a sus ideales y a sus aspiraciones máximas (como la independencia)», ha añadido.
A su juicio, es plantear cómo quiere la Euskadi de los próximos 20, 25 ó 30 años «autogobernarse y cuál debe ser la relación con su entorno». Tras admitir que sus «deseos íntimos» le pedirían lograr la independencia, que es la «aspiración máxima de todo nacionalista y soberanista», ha dicho que no se puede desconocer la realidad de Europa, que las relaciones políticas son más de «interdependencia que de independencia». «Las independencias se consiguen cuando otros te declaran independiente, no cuando tú te declaras», ha indicado.
Andoni Ortuzar ha explicado que también «hay que tener en consideración que una parte de la población vasca no siente la necesidad de independencia». Por ello, ha apostado por encontrar «ese punto mínimo común denominador», primero en Euskadi, donde debe «surgir un consenso grande lo más amplio posible».
Posteriormente, según ha apuntado, tiene que haber «un acuerdo también político de respeto bilateral entre las dos partes con el Gobierno del Estado».