Piñera califica el estallido social en Chile como un «golpe de Estado no tradicional»
El expresidente de Chile Sebastián Piñera (2018-2022) ha tildado de «golpe de Estado no tradicional» las manifestaciones que se produjeron durante su mandato –estallido social– en protesta por la situación económica y de derechos sociales en el país y que derivó en el inicio de los trámites para una nueva Constitución.
En declaraciones para la emisora argentina Radio Mitre, el exmandatario chileno ha aseverado que «terroristas anarquistas» quisieron «destruir» Chile durante su gobierno, y ha explicado que este supuesto golpe de Estado no fue tradicional, pues no lo protagonizaron las Fuerzas Armadas.
«Este fue un golpe de Estado para debilitar las bases mismas de la democracia y usaron brutalmente la violencia. Era una violencia irracional, estaban dispuestos a destruirlo y quemarlo todo: iglesias, colegios, hospitales, monumentos, plantas de energía, lo que se cruzara en su camino», ha denunciado Piñera.
Así, ha celebrado que en aquella ocasión «Chile resistió» y aquellas protestas derivaron en la celebración de un plebiscito constitucional que abrió la senda para el proceso constituyente que aún vive la nación andina. «Los países avanzan cuando hay estabilidad política que permita dar proyección», ha aseverado.
Para el expresidente chileno, la violencia es precisamente un «cáncer» en los países latinoamericanos, como también considera lo es el populismo. «La violencia, estoy hablando del narcotráfico, el crimen organizado y por supuesto la corrupción, ahí hay tres males que tenemos que enfrentar con toda la fuerza», ha dicho.
El 18 de octubre de 2019, el pueblo de Chile salió masivamente a las calles para protestar por el alza del precio del transporte público, iniciando movilizaciones que se prolongaron varios meses y que canalizaron el descontento de la sociedad por la apabullante desigualdad. Las revueltas dejaron más de una treintena de muertos.