Peter Csaba se despide del Encuentro con una edición «dinámica, interesante y variada»

El maestro y director de orquesta Peter Csaba se despide de la dirección artística del Encuentro de Música y Academia de Santander con una edición, la vigésimo tercera, «dinámica, interesante y variada» y que concluye este viernes con un concierto que él mismo dirigirá.

El Encuentro, organizado por la Fundación Albéniz junto al Gobierno de Cantabria y con la colaboración del Ayuntamiento de Santander, cerrará su 23 edición con un concierto a las 20.00 horas en la sala Argenta del Palacio de Festivales.

En el concierto contará con la profesora violista Isabel Charisius, un Ensemble de Cuerdas y la Orquesta de Cámara Freixenet del Encuentro con Csaba en la dirección. Además, en el cierre de esta cita anual, la gira por la región pasará por Cabezón de la Sal con un recital de flauta y piano.

Csaba, director artístico del Encuentro desde 2002, abordará su última jornada al frente del programa musical en el que ha asegurado en un comunicado que ha puesto «todo el esfuerzo y conocimiento necesario». Ha indicado que hace 22 años «fue un auténtico desafío» asumir la dirección artística pero «me ayudaron la clara visión y apoyo de Paloma O Shea y la Fundación Albéniz». «Un proyecto que me ofrecía una maravillosa oportunidad para combinar mis propias ideas de apoyar a los jóvenes artistas y el futuro de la música clásica en general», ha añadido.

«El Encuentro es un programa de aprendizaje, convivencia, con jóvenes artistas dedicados y llenos de entusiasmo, que se esfuerzan y disfrutan a partes iguales. Estoy muy contento con la atmósfera especial que hemos creado, donde la calidad, la excelencia, el respeto y la amistad tienen mucha importancia. Destacaría que transcurridos los años, me encuentro con antiguos participantes que continúan agradeciéndome su presencia en el Encuentro y eso es un orgullo», ha asegurado el maestro.

Y es que, en sus más de 20 años al frente de la dirección, más de 1.200 artistas de decenas de países de todo el mundo han pasado por el Encuentro, una cita que les ofrece «poder tocar repertorios de música de cámara, orquesta y recitales en escenarios reales con artistas pedagogos consagrados, para adquirir la experiencia que tanto necesitan en sus carreras artísticas».

«Estas 23 ediciones dejan tras de sí un buen legado de herencia musical donde ha habido momentos excepcionales con grandes artistas, espectáculos increíbles como la representación del Retablo de Maese Pedro , que se ha hecho dos veces, la primera hace cerca de 20 años y la última en la pasada edición», ha destacado Csaba en su balance de despedida.

También ha reconocido que el Encuentro es uno de los proyectos «más bonitos e ilusionantes de mi vida, donde he tratado de encontrar el mejor equilibrio posible entre mi actividad como artista al violín, mi ocupación como director de orquesta y de formaciones más pequeñas, y todo ello bajo mis funciones de director artístico, gestionando los programas, seleccionando a los participantes, formando los grupos, mezclando a los artistas, construyendo las orquestas y planificando cientos de ensayo».

«Estoy enormemente agradecido al público -cada edición más fiel- y a las instituciones. Aquí he hecho grandes amistades que día tras día han asistido a disfrutar de la música. Santander y Cantabria son un lugar único con mucho carácter y variedad de naturaleza. El sol, el mar, la lluvia, las montañas, el arte de vivir, la gastronomía, la gente… todo esto junto crea una atmósfera maravillosa que inspira a los artistas y a todos nosotros a dar lo mejor en el escenario», ha dicho.

Durante este mes de julio, la XXIII edición del Encuentro de Santander ha reunido a 69 participantes de 30 nacionalidades distintas, procedentes de 15 escuelas europeas de música asociadas (Basilea-Suiza, Berlín y Múnich-Alemania, Bruselas y Waterloo-Bélgica, Budapest-Hungría, Helsinki-Finlandia, Londres y Manchester-Reino Unido, Madrid-España, y París-Francia).

El festival supone el desarrollo de una actividad docente y artística pionera en España. Combina la organización de clases magistrales en el Conservatorio de Música Jesús de Monasterio, a cargo de importantes maestros de instrumento y música de cámara, con la celebración de conciertos en los que alumnos y profesores comparten escenario tanto en la ciudad de Santander como en el resto de la región.