Pescadores ven prioritaria su vacuna: «Somos actividad esencial y no cabe quedarse en casa»

Los pescadores cántabros también consideran prioritario que se vacune del coronavirus a este sector, una vez se administren las dosis a los colectivos prioritarios, porque defienden que son una «actividad esencial y para nosotros no cabe quedarse en casa».

Así lo ha manifestado este viernes en un comunicado el presidente de la Federación de Cofradías de Cantabria y patrón mayor del Cabildo de Santoña, Miguel Fernández, que ha agradecido, en nombre de la flota regional, el apoyo mostrado en este sentido por el consejero de Pesca, Guillermo Blanco.

El representante del sector respalda así la propuesta del también titular de Desarrollo Rural, Ganadería y Alimentación, trasladada al ministro de Agricultura, Luis Planas, y secundada por los consejeros de otras comunidades litorales para que se incluya a los trabajadores de la flota pesquera en la fase II del plan de vacunación frente al COVID 19.

Esta etapa tiene previsto arrancar en marzo tras la inmunización de lo que el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud denomina la primera línea : residentes y trabajadores en centros de mayores; grandes dependientes no institucionalizados y, finalmente, personal sanitario y socio-sanitario.

Fernández, que aplaude así la iniciativa del consejero cántabro, que como ha destacado «lideró» ya en España durante el estado de alarma las estrategias de prevención frente al coronavirus mediante la realización generalizada de pruebas PCR a pescadores y personal de los cabildos.

Confía así en que el Gobierno de España se sume a «esta ola de sentido común» y acceda a la petición. «No sólo agradecemos al consejero su implicación en este asunto, sino que también nos alegramos de la sensibilidad que ha mostrado con la flota y de que haya trasladado esta inquietud y esta necesidad tanto al consejero de Sanidad como al Ministro de Pesca», Salvador Illa y Luis Planas, respectivamente.

«No concibo otra cosa», ha manifestado Fernández, para quien el sector es «uno de los más golpeados» por la pandemia. «Somos actividad esencial y para nosotros no cabe quedarse en casa. Hay que salir sí o sí».

Desde el punto de vista económico, indica que el virus les ha «abierto una vía de agua porque han caído mucho los precios al desplomarse la demanda con el cierre de la hostelería, pescaderías restricciones de movilidad…».

Pero «lo peor» es que a las «pérdidas» y «riesgos» propios de la mar hay que sumar la pandemia: «Es imposible, y así lo admiten los expertos, que se puedan garantizar a bordo medidas preventivas básicas para atajar el Covid, como distancias de seguridad, aislamiento en camarote estanco de tripulantes con síntomas, higiene constante de manos, etc. Estarnos absolutamente vendidos y expuestos al azar», avisa.

Y añade: «En la mar no hay posibilidad de confinamientos perimetrales y para exprimir las costeras nos vemos obligados a vender en puertos de diferentes comunidades autónomas y entrar en contacto con mucha más gente, lo que multiplica si cabe todavía aún más los riesgos y nos expone aún más».

Recuerda al respecto que «durante toda la pandemia han sido muchos los pescadores que contrajeron el virus y que se han visto obligados a pasar la cuarentena a bordo, amarrados en puerto y en condiciones penosas. ¿De verdad que vamos a asumir todas estas cosas como algo normal? ¿Es posible mirar para otro lado?», se pregunta.