Persuadir a la población para aumentar la vacunación, como con el Covid-19, «debe estar muy justificado», según experto
En la pandemia de Covid-19 distintos países desplegaron iniciativas para persuadir a la población -concepto también conocido como nudge – y aumentar así la vacunación, algo que según la profesora de la Escuela Andaluza de Salud Pública, Maite Cruz, «debe estar muy justificado y cumplir estrictamente una serie de requisitos mínimos» para no eludir la ética de la salud pública.
El nudge se trata de un concepto que se está aplicando en la Medicina actual, aludiendo a ciertas intervenciones (a base de empujoncitos ) que cambian la forma en la que se presentan las situaciones e influyen en las elecciones que hacen las personas. Un buen ejemplo se encuentra en las vacunas, como se ha puesto de relieve en el marco del XVI Seminario de Biomedicina, Ética y Derechos Humanos, que está celebrándose en la Fundación Ortega-Marañón de Madrid.
«Con el nudge se intenta empujar a la población a tomar una decisión y que ésta sea lo menos razonada posible, pero el corazón mismo de la ética es hacer juicios razonados», ha explicado Cruz.
Durante la pandemia se desplegaron por el mundo diferentes iniciativas, a modo de nudges y de incentivos para provocar en algunos ciudadanos la adopción de una medida de salud, como ofrecer menús gratuitos a base de hamburguesas por vacunarse frente a este virus.
«Fue una excepción y esto es importante tenerlo en cuenta», ha subrayado Maite Cruz, quien ha añadido que, en circunstancias normales y con coberturas aceptables de vacunación, «antes que dar una hamburguesa, se pueden y deben introducir otras medidas encaminadas a que las personas de forma autónoma tomen decisiones razonadas y argumentadas. Esto puede no solo invitar a establecer un diálogo, sino también evitar comer algo que es, además, poco saludable, como es una hamburguesa con patatas fritas y bebida azucarada», ha afirmado la profesora.
Los expertos aseguran que los factores que intervienen en la decisión de vacunar o no son muy diversos y están determinados por múltiples factores. Cualquier acción de salud pública dirigida a disminuir la reticencia, incluida la utilización de nudges , debe tener en cuenta tanto factores de carácter más sociopolítico como los que se derivan de la ética de la salud pública, apunta Maite Cruz.
«Políticas como la vacunación afectan a toda la comunidad y, en mayor o menor medida, pueden socavar la autonomía o independencia de las personas a tomar decisiones», ha añadido Cruz. Desde esta perspectiva, en su opinión, «cualquier medida que utilice estos empujones para aumentar la vacunación deberá estar muy justificada y deberá cumplir estrictamente una serie de requisitos mínimos».