Perú y Chile reafirman su apoyo al Gobierno de Moreno ante los «actos de violencia» en Ecuador
El presidente de Perú, Martín Vizcarra, y su homólogo chileno, Sebastián Piñera, han reafirmado este jueves en una declaración conjunta su respaldo al Gobierno del dirigente ecuatoriano, Lenín Moreno, ante los recientes «actos de violencia» registrados en Ecuador durante las protestas contra las medidas económicas.
Ambos líderes han expresado su «total apoyo a la democracia y el Estado de Derecho» en territorio ecuatoriano y han rechazado «enérgicamente cualquier intento de desestabilizar el proceso democrático ecuatoriano».
La declaración ha tenido lugar en Paracas, Perú, donde Piñera y Vizcarra han asistido al III Gabinete Binacional de ministros de Perú y Chile. Los mandatarios han hecho hincapié en el esfuerzo del Gobierno ecuatoriano por «abrir espacios de diálogo y entendimiento para encauzar los requerimientos de las organizaciones sociales a través de vías pacíficas».
Así, se han sumado a los miembros del núcleo duro del Grupo de Lima –Argentina, Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Paraguay y también Perú–, que ya habían trasladado a Quito su respaldo a las acciones de presidente ecuatoriano, que busca «recuperar la paz, la institucionalidad y el orden».
En este sentido, han condenado «los sucesos de alteración del orden público ocurridos en los últimos días en la hermana República de Ecuador», expresando su «rotundo rechazo a todo intento desestabilizador de los regímenes democráticos legítimamente constituidos».
El propio Moreno señaló el lunes, en un discurso dirigido a la nación, que el expresidente Rafael Correa –otrora su aliado– y el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, pretenden perpetrar un «golpe de Estado» contra su Gobierno. «Los golpistas son ellos», ha contestado Correa.
La reforma económica que Moreno dio a conocer el pasado 1 de octubre, fruto de un acuerdo con el FMI, ha desatado las peores protestas de los últimos años en Ecuador. Dos personas han muerto, decenas han resultado heridas y cerca de 600 han sido detenidas. El presidente ha declarado el estado de excepción y ha trasladado el Ejecutivo desde Quito a Guayaquil mientras los manifestantes se concentran en la capital procedentes de todo el país.