Pensionistas vascos se manifiestan en Bilbao para recordar su petición de pensión mínima de 1.080 euros

Exigen a Gobierno y partidos que garanticen por ley pensiones y salarios acordes al IPC «real»

BILBAO, 22

Miles de personas, convocadas por el Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, se han manifestado este lunes en Bilbao para recordar su defensa de una pensión mínima de 1.080 euros, que se asegure el carácter público del Sistema de Pensiones y que el Gobierno y el Congreso de Diputados den los pasos legislativos «necesarios» para garantizar pensiones y salarios acordes al IPC «real».

La marcha, que desde el inicio de sus movilizaciones llevan a cabo todos los años en la Aste Nagusia de Bilbao, ha partido al mediodía de la Plaza Elíptica, y ha concluido ante la escalinata del Ayuntamiento de Bilbao, donde el colectivo se concentra todos los lunes desde enero de 2018.

A la manifestación se han sumado grupos de pensionistas procedentes de otras comunidades autónomas del Estado, como Asturias, y también ha contado con la adhesión y el apoyo en la distancia de plataformas de Andalucía, Galicia o Extremadura.

Durante el recorrido, que no ha discurrido por Gran Vía, sino por las calles paralelas, los manifestantes también han coreado lemas en contra del «desmantelamiento» de Osakidetza y proclamas a favor de una «sanidad y cuidados públicos y de calidad».

La marcha ha transcurrido con carácter festivo y el acompañamiento de batukadas y txistularis, que abrían la manifestación. Al término de la marcha, y tras la lectura del comunicado, muchos de sus participantes han hecho un pintxo pote por varias txosnas que han querido sumarse a la protesta con consumiciones a un precio «módico».

LLAMAMIENTO A CIUDADANÍA

Según han asegurado representantes del Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, convocante de la protesta, sus reivindicaciones afectan también «de un modo directo a la gran mayoría de la ciudadanía», por lo que se han felicitado por la respuesta y apoyo recibidos desde «colectivos sociales y populares», como Bilboko Konpartsak, que también se han sumado a la marcha.

Además de la manifestación, representantes del Movimiento de Pensionistas han anunciado que participarán en concursos gastronómicos en el Arenal, al menos en uno de los certámenes, donde colocarán mesas de recogida de firmas para «presionar» a los partidos políticos, con presencia en el Congreso, a que se posicionen y movilicen en favor de aprobar, por vía legislativa «garantizar pensiones y salarios según el IPC real».

Tal y como ha explicado el representante del movimiento, Jon Fano, la campaña de recogida de firmas conjuntas, por vía presencial y digital, concluirá con su entrega el próximo 15 de octubre en Madrid, acto que será acompañado por una gran manifestación «unitaria, amplia y plural» de plataformas procedentes de todas las comunidades autónomas del conjunto del Estado.

Entre sus exigencias, el colectivo exige la derogación de los recortes de las reformas de 2011, 2013 y 2021, y rechaza «la privatización total o parcial del mismo, bajo cualquier fórmula» ha expresado Fano.

En sus afirmaciones, los representantes del Movimiento han aludido también al Gobierno Vasco, al que han recordado que «tiene ingresados en los bancos más de 8.000 millones de euros y cuenta con un remanente de dinero no gastado de 1.876,6 millones de euros».

A eso, han remarcado, hay que sumarle que los ingresos fiscales, a 31 de julio, en relación al mismo periodo del año pasado, han aumentado un 10,2% (871 millones de euros más), porcentaje por encima de lo previsto o presupuestado, y recaudando, en su conjunto, 9.393 millones de euros.

Ante estas cifras, y a juicio del movimiento, estos datos recaudatorios y de disponibilidad económica, les confirman que «no hay ninguna razón» para que esas cuantías no puedan servir para complementar las pensiones mínimas hasta 1.080 euros, una cantidad, han recalcado ante los concentrados en la explanada, que «ya está muy mermada por el aumento de la inflación».

Finalmente, han pedido al Gobierno de Urkullu que «invierta en necesidades sociales, eso que ellos llaman interesadamente gastos, y que afectan a una buena parte de la población».