Pediatras recomiendan cortar las uvas en mitades o cuartos para evitar atragantamientos en niños pequeños en Nochevieja
El Comité de Soporte Vital (CSV) de la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha publicado un documento en el que da una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de atragantamiento e niños pequeños durante las vacaciones navideñas, periodo en el que instan a extremar la supervisión y las precauciones, como puede ser cortar las uvas en mitades o cuartos en Nochevieja, entre otras.
Además, se debe retirar la piel y las semillas antes de consumo, que debe realizarse bajo supervisión de un adulto; los niños también deben evitar comer mientras juegan, hablan o se ríen, según un comunicado del organismo.
«El atragantamiento es prevenible si se toman medidas adecuadas, especialmente en estas fechas, en las que los niños están expuestos a alimentos como uvas, frutos secos o caramelos duros, y a juguetes con piezas pequeñas», ha señalado el coordinador del Comité de Soporte Vital de la AEP, el doctor Ignacio Manrique, quien ha insistido en que actuar correctamente ante un episodio de atragantamiento puede salvar vidas y evitar complicaciones graves.
El texto también ha alertado sobre el consumo de caramelos duros, gominolas y palomitas de maíz, resaltando que no están recomendados para menores de seis años por su alto riesgo de obstrucción.
Asimismo, los pediatras han pedido evitar los frutos secos enteros y el turrón duro, y que deben ser consumidos triturados o en crema para aquellos niños menores de cinco años.
Las salchichas y el jamón serrano también conllevan ciertos riesgos de atragantamiento, por lo que es aconsejable ofrecerlos a los niños en trozos pequeños y longitudinales, «nunca en rodajas», para evitar que se alojen en la tráquea.
Los juguetes pueden resultar peligrosos para los niños más pequeños, por lo que los pediatras recomiendan adquirir juguetes adecuados para la edad del menor, evitando piezas desmontables o pilas de botón; supervisar a los menores durante el juego, especialmente si hay niños de diferentes edades; y prestar atención a los globos, que pueden causar obstrucciones severas si se aspiran mientras se inflan o tras romperse.
CÓMO ACTUAR EN CASO DE ATRAGANTAMIENTO
Los pediatras del CSV también han dado una serie de pautas para actuar según la situación de atragantamiento, recomendando no intervenir (no dar golpes en la espalda» en caso de niño consciente con tos efectiva, pues esta es el mecanismo natural para expulsar el objeto.
Cuando el niño está consciente y presenta una tos inefectiva o dificultad respiratoria, los especialistas aconsejan pedir ayuda a las personas del entorno o al 112. Además, se debe mirar la boca y extraer el cuerpo extraño si está accesible, para luego realizar cinco golpes en la espalda (interescapulares) seguidos de cinco compresiones abdominales (maniobra de Heimlich) en mayores de un año.
En menores de un año, se debe empezar con cinco golpes en la espalda (interescapulares) y luego cinco compresiones torácicas; todos estos pasos deben ser repetidos hasta que respire bien, expulse el objeto o hasta que empeore y pierda el conocimiento.
En caso de llegar a este extremo, se deben iniciar maniobras de reanimación cardiopulmonar (RCP) básica y contactar inmediatamente con el servicio de emergencias y, aunque el objeto sea expulsado, se debe acudir al hospital para descartar posibles lesiones o complicaciones.
MITOS SOBRE EL ATRAGANTAMIENTO
Por otro lado, los expertos han aclarado algunos mitos que ocasionan errores en este tipo de actuaciones, como meter el dedo en la boca ayuda a sacar el objeto, que puede empujar el objeto más profundamente y causar lesiones, y que solo debe ser realizado si el objeto es visible, nunca a ciegas.
Soplar en la cara del niño tampoco sirve de ayuda, pues es una práctica que carece de base científica y que puede acabar asustando al niño.
Asimismo, han recordado que un atragantamiento no tiene que ocurrir solo al comer, sino que también puede suceder al jugar con objetos pequeños.
La práctica de levantar al niño por los pies tampoco ayuda a que el cuerpo extraño salga de la vía aérea, y además es «ineficaz» y «peligrosa».
«La mejor manera de proteger a los niños es prevenir los riesgos. Supervisar su alimentación y juego, elegir juguetes seguros y estar informados sobre cómo actuar ante una emergencia son pasos clave para garantizar unas fiestas sin incidentes», han concluido los pediatras.