Panza Capital afirma que invertir en Europa es «incómodo», pero que «será muy rentable»
Mantiene su apuesta por empresas de defensa y de construcción, entre otros sectores
El director de inversiones de Panza Capital, Beltrán de la Lastra, afirma que la volatilidad geopolítica y arancelaria hacen que las expectativas sobre Europa sean «bajas» y sostiene que invertir en el Viejo Continente es «incómodo», pero defiende que, sin embargo, «será muy rentable».
En una carta para avanzar su visión del primer trimestre, De la Lastra afirma que las carteras de la gestora cotizan a un «atractivo ocho veces beneficio normalizado» y que están compuestas por compañías con balances, rentabilidades de capital y crecimientos «sanos». «La diversificación nos ayuda a beneficiarnos ya de algunas de nuestras inversiones –defensa– mientras que otras siguen proceso de maduración», como es el caso de la construcción.
La tesis que ha seguido Panza Capital para dirigir su inversión en defensa era que el continente normalizaría el gasto que se había corregido durante las últimas décadas.
«Invertir antes de la guerra en Ucrania podía implicar un coste de oportunidad alto si la recuperación de los presupuestos se retrasaba indefinidamente. Sin embargo, una vez iniciada la guerra, la oportunidad era más clara, permitiendo comprar a valoraciones que anticipaban un retorno razonable si los presupuestos de defensa no subían, o un retorno muy alto en caso de normalización», explica De la Lastra.
Así, destaca las revalorizaciones por encima del 50% de Dassault Aviation y Thales, o del 150% en el de Babcock, lo que refleja parte («no toda, ni mucho menos») de las expectativas de crecimiento del sector. Sin embargo, cree que podrían darse cambios «más bruscos» si el ritmo de ejecución o la magnitud de la normalización cambian.
En construcción, Panza Capital todavía no ha generado el rendimiento esperado. En el caso de Reino Unido, con empresas como Barratt Redrow, Morgan Sindall o Ibstock, el sector sigue afectado por una demanda «débil» e «incapaz de sobreponerse» a los altos tipos de interés. «Somos pacientes. Antes o después se tendrán que construir casas», agrega el director de inversiones de la firma.
Defiende que las constructoras tienen balances sólidos, importantes reservas de suelo y que se beneficiarán cuando la actividad se recupere.
«Por ejemplo, Berkeley Group, constructora británica que vale en bolsa 3,6 billones de libras (4,3 billones de euros). En caja mantienen 500 millones de libras (600 millones de euros). Simplemente una valoración razonable de sus reservas y trabajo en curso superarían con creces la capitalización bursátil actual», explica.
De la Lastra recuerda que el principio que guía a Panza Capital es «comprar a buenos precios empresas fiables con tesis de inversión sencillas y dejar que el tiempo haga su trabajo».
Así, la diversificación del fondo supone que el tiempo de maduración de cada inversión «sea distinto». Más allá de defensa y construcción, la firma también apuesta por empresas del sector químico, automoción o maquinaria, entre otras. En común tienen una «buena gobernanza, muy poca deuda y precios atractivos».
«El entorno geopolítico es y seguirá siendo una fuente de inestabilidad y volatilidad para los mercados y, en ocasiones, para nuestra cartera. Pero el mercado de pequeñas compañías europeas ofrece hoy muchas y muy buenas oportunidades para el inversor a largo plazo. Hay que aprovecharlo», concluye.