Page rechaza un SMI propio para los catalanes y los vascos y aconseja a Sánchez «cuidarse de las compañías»
Opina que a Junts y a Bildu no hay que considerarles socios de gobierno
TOLEDO, 20
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha rechazado un Salario Mínimo Interprofesional (SMI) propio para los catalanes y los vascos, tal y como han pedido desde Junts o Bildu, y ha pedido al Gobierno de Pedro Sánchez defender la unidad entre los españoles.
«No digo ser lo mismo, no digo anular la pluralidad ni la diversidad, al contrario, creemos en la diversidad. Pero en derechos, en oportunidades, jugamos a cohesión en Europa y a cohesión en España», ha declarado García-Page a su salida de la reunión que ha mantenido con la vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea para una Transición Limpia, Justa y Competitiva, Teresa Ribera, en Bruselas.
El presidente castellanomanchego ha argumentado que «la mayor amenaza a la igualdad entre los españoles la presentan los mismos que atacan la unidad entre los españoles». «Unidad equivale a igualdad».
Y por eso, ha subrayado, «la izquierda, el PSOE, el gobierno, me atrevería a decir, tiene que defender sin moverse un milímetro el concepto de unidad de España porque la unidad entre los españoles nunca como ahora significa igualdad entre los españoles».
«La prueba evidente es que todos los que quieren atacar la igualdad, todos, Puigdemont a su manera, Bildu a la suya, en el fondo todos los que atacan la unidad de España y la igualdad entre los españoles son aquellos que quieren romper el proyecto español, la nación española», ha avisado.
A García-Page le parece que «un gobierno moderado y un partido moderado como el PSOE», y desde luego el gobierno, «tiene que tener muy claro que los socios que buscan atacar la unidad no pueden ampararse en ninguna coartada de pluralidad ni de diversidad». «Simplemente quieren atacar la igualdad entre los españoles».
Dicho esto, el presidente socialista ha dicho que espera que los sindicatos de Cataluña y del País Vasco «tomen nota» de lo que están diciendo «para negociar al alza los salarios, no los mínimos, del conjunto de la clase trabajadora en Cataluña». «Están haciendo un flaco favor», ha advertido García-Page, quien considera «curioso» que Puigdemont «esté jugando» a que se eleven los costes laborales en Cataluña, algo que le parece «bien», pero advierte de que el salario mínimo tiene que ser, como su propio nombre indica, mínimo, y mínimo obviamente en toda España.
A todo ello, ha mantenido que Bildu y Puigdemont tienen como objetivo «romper» la unidad de España, porque «en el fondo la unidad de España saben que es lo que garantiza la igualdad entre los españoles». «No quieren igualdad, quieren tener más que los demás, y eso por definición tendría que ser combatido por la izquierda».
PAGE NO CONSIDERA SOCIOS A BILDU Y JUNTS
De otro lado, y a preguntas de los medios, García-Page ha asegurado que él no considera socios de gobierno a Bildu y a Junts. «Yo no lo llamaría socios, no los llamo socios. Yo creo que es legítima cualquier posición, pero no se puede hablar ni con Bildu, ni con Junts, ni con Puigdemont sobre la unidad de España, ni sobre la igualdad. Se puede hablar de otras cosas, pero evidentemente no se puede hablar, no se debe llegar a acuerdos con ellos».
«A mí me duele cada cesión o apariencia de cesión que se tiene en el terreno de la unidad de España, porque en el fondo es atacar el proyecto de igualdad que defiendo entre los seres humanos y particularmente entre los españoles. Es el egoísmo personalizado».
A juicio del presidente de Castilla-La Mancha, Puigdemont está más cerca del presidente de EEUU, Donald Trump, y de la extrema derecha que muchos otros ejemplos. «Me duele por supuesto que se pueda considerar socio a gente que, desde mi punto de vista, tiene una veta de xenofobia y al mismo tiempo de radicalidad egoísta que rechazo plenamente».
«Yo lo único que lucho es porque no se consideren socios. Están porque ahí les ponen los votos, pero evidentemente hay que cuidarse las compañías. Yo creo que si hay algo evidente que tenemos algunos es que las compañías pueden ser lo más peligroso. Y depende para qué, pero desde luego para hablar de España y para hablar de igualdad, yo no utilizaría al otro lado de la mesa a gente que quiere romper las dos cosas, porque en el fondo quieren tener más que los demás».