Page ensalza el papel de las comunidades autónomas como «principal contrapeso frente a tentaciones independentistas»
Aboga por un nuevo sistema de autonomías que venga a «armonizar» la prestación de servicios en todas ellas
TOLEDO, 3
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha ensalzado el papel de las autonomías en España como «principal contrapeso frente a tentaciones independentistas», ya que si no se hubiera conformado esta forma de gestionar los territorios habría más «vocación de independentismo».
Durante un encuentro informativo en Sevilla organizado por la Fundación Cajasol en el que ha compartido debate con su homólogo en Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha indicado que el independentismo «lleva muy mal la igualdad» y suponen el «principal problema» para esa igualdad, lo que es «egoísmo puro y duro».
«Lo dicen bien cuando lo dicen, que quieren más que los demás. Creo que la reforma del sistema tiene que ser de detalle», ha indicado.
Un sistema, el de las autonomías, que es «un éxito sin discusión» como «todo lo que ha pasado desde el 78 hasta acá», y si bien ahora se podrían hacer «cosas distintas», hay quien critica ese régimen constitucional porque no participaron en él, pero no por ello deja de ser un éxito.
Unas autonomías que conforman «un éxito doble» pero que ahora, tras años descentralizando, «convendría que muchas cosas se ahormaran» en una nueva armonización fiscal donde las autonomías podrían «coordinarse mejor» que con el Estado.
Si han funcionado es porque España «adolecía de mucho centralismo», ante lo que la Constitución inventó «dos cosas extraordinarias sin remisión posible», con un Estado que de facto lo es federal; y por otro la consolidación de una monarquía «con metabolismo republicano».
A su juicio, «el 90% de las cosas que preocupan a la gente en su vida cotidiana» se gestionan desde las arcas autonómicas, a lo que García-Page ha añadido que al descentralizar el poder se ha conseguido «consolidar la democracia».
Ahora, el sistema de las autonomías no pasa por «más descentralización» sino por «armonizar» lo que se gestiona desde todas ellas. «Piensa más parecido un señor de Granollers con uno de Almendralejo que con uno de Madrid».
Pero, para gobernar en España, hay que saber hacerlo «con las normas de la M-30» pero gobernando «para lo que ocurre fuera de ella».