Page cree que los socios de gobierno fían su supervivencia a un Gobierno de derechas: «Su medio plazo pasa por un giro»
Reclama a PP y PSOE girar al centro para combatir los populismos: «Que sean derecha moderada e izquierda moderada»
TOLEDO, 5
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha considerado que todos los socios del Gobierno de coalición liderado por Pedro Sánchez en la legislatura necesitan una derecha fuerte para garantizar su existencia, un espectro político al que «pegarle desde todas las esquinas».
Algo que está «clarísimo» en el caso de Junts y «aún más claro» para ERC; mientras que el PNV «tiene pánico de que se le cuele Bildu en el gobierno vasco, que no está tan lejos», tal y como ha puesto de manifiesto durante su intervención en un desayuno informativo organizado por La Razón.
Un extremo que Podemos «lo tiene aún más claro». «La mayoría piensa que su medio plazo no pasa por vender la continuidad de este modelo, sino por un giro para tener un espacio político a la contra. Esto es legítimo y razonable, pero nadie lo va a reconocer», ha insistido.
PIDE A PP Y PSOE «GIRAR AL CENTRO»
García-Page ha pedido «no perder de vista» que España «lleva mucho tiempo abriéndose a todo tipo de populismos» ante lo que el país necesita «un giro al centro», algo de lo que responsabiliza a PP y PSOE, para que vuelvan a ser «derecha moderada e izquierda moderada».
Ha abundado en que «solo hay dos grandes formaciones políticas en España que tienen claro que su futuro está «en que le vaya bien al país mientras gobierna». «El resto está en el nicho de mercado que buscan, en su parroquia, como satélites, pero solo hay dos astros», ha indicado.
Satélites que surgieron «a modo de sorpresa» ante la «ansiedad» de la crisis de 2007 pero que han tenido un futuro «muy pequeño» y solo «han obligado al país de no prescindir del bipartidismo imperfecto».
Ha dicho García-Page que echa en falta «más porosidad» en la conversación entre los dos «frentes ideológicos». «La mayoría de la gente en España no se plantea si es de izquierdas o de derechas. La mayoría coge una pera del PSOE o una manzana del PP en función de si habla de impuestos o de educación», ha afirmado.
Otra cuestión aportada por García-Page es que ha detectado «una sed inmensa de normalidad», y es que una mayoría considera que en la capital de España hay «más show político que políticos con los pies en el suelo» en el plano de la política nacional.
Con todo, se ha mostrado «optimista» con España, ya que tras décadas de trabajo van saliendo adelante avances, entre los que ha citado la posición puntera de España en materia de energías renovables.
PROPUESTAS EN VIVIENDA O ELECTRICIDAD
Con esta premisa, García-Page ha elevado algunas propuestas de Estado para que se tengan en cuenta, empezando por vivienda, y tras recordar que lo que ocurrió en la anterior crisis de 2007 es que se prestaba un dinero que no existía, ha aplaudido las actuales medidas del gobierno.
García-Page también ha propuesto un pacto para controlar el gasto farmacéutico y blindar el mantenimiento de las inversiones públicas. A esto, ha sumado la necesidad de «desbloquear la parálisis de la red eléctrica» en Españai.
Y es que considera que «es incomprensible» que en el país se genere energía que «ni siquiera se puede meter en los cables». «Muchas empresas esperan potencia para abrir las fábricas», ha lamentado.
Ha retomado en este punto una propuesta ya enunciada esta semana en la que sugería poder pactar que el Estado confeccione los Presupuestos Generales del Estado con carácter plurianual, una legislación nueva que podría hacerse «sin tocar la Constitución».
Ha considerado igualmente que sería útil «crear un consejo entre autonomías y Estado con agenda propia» para ir a una armonización más allá de la fiscal, como compartir programas informáticos en Sanidad; a lo que ha sumado un pacto para políticas de inmigración.
Por último, ha llamado a «estandarizar» la prestación de servicios, de manera que, por ejemplo, cualquier ciudadano pueda estar como máximo a 45 minutos de un centro de salud. «Hay muchas posibilidades de ponerse de acuerdo, pero el escenario ahora es de precariedad».