Page carga contra el pacto con Junts: «Que no me vengan con cuentos chinos de muros a la derecha. Esta es la peor»
Ve difícil que Gobierno aguante la legislatura y preferiría que no hubiera presupuestos antes de haber negociado con «valores esenciales»
TOLEDO, 6
El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha mostrado «abochornado» y «sonrojado» ante el acuerdo de inmigración entre el PSOE y Junts para la delegación de las competencias migratorias a la Generalitat, que a él no le representa. «Que no me vengan con cuentos chinos de muros frente al trumpismo , frente a la extrema derecha, sobre todo cuando se está pactando con la peor».
Durante su intervención en el IV Foro Económico Español de Castilla-La Mancha en Toledo, ha reiterado en varios momentos de su discurso que este pacto es «grave». «Yo siento personalmente mucho bochorno, como socialista, como ciudadano de este momento actual y como demócrata».
Así, se ha mostrado contrario a que este pacto pueda salir adelante deseándolo con toda su «fuerza», añadiendo que «estas decisiones requerirían escuchar a la gente», aunque ha pedido que nadie piense que está diciendo que se anticipen las elecciones.
No obstante, ha opinado que, con este pacto de fondo, «va a ser difícil» que el Gobierno socialista «aguante la legislatura», al tiempo que ha afirmado que preferiría que no hubiera presupuestos antes de negociar con lo que considera «valores esenciales».
Además, ha advertido de «que este pacto dinamita por completo la viabilidad de un pacto de Estado sobre inmigración en España con las comunidades autónomas».
«¿Qué se quiere hablar ahora con las comunidades autónomas? ¿Y qué pasa con los inmigrantes que entran de la forma que entran a Cataluña? ¿Entran por Aragón? ¿O entran por Valencia? ¿Quién controla eso? ¿Quién define eso?», ha planteado.
Ha rechazado que «la izquierda pueda asumir que se puede regular el tráfico de personas por cuestiones de idioma, de creencia, de identidad», lo que interpreta «literalmente» como «una transposición» del planteamiento de Donald Trump en este ámbito.
En este punto, ha señalado que le sonroja igualmente que «cualquiera del ámbito progresista», incluyendo «Sumar, Podemos y compañía, puedan terminar pensando que es asumible el planteamiento absolutamente racista que hace Puigdemont».
Ha considerado que es de «una hipocresía tremenda plantear muros –contra la extrema derecha– cuando realmente lo que se está cavando es una zanja».
«HIPOCRESÍA» Y «CARA COLORADA DE ALGUNOS»
Al margen de entrar en quién «pergeña todos estos acuerdos, sean en Ginebra o en Bruselas», ha planteado que «a algunos se les tendría que poner la cara colorada».
En esta misma línea, ha criticado que «no se puede pactar lo que se está pactando», calificando de «hipocresía» el «haber hecho lo contrario de lo prometido». «No fuimos a las elecciones con este planteamiento. Fuimos con un planteamiento contrario».
También ha lamentado que «ni siquiera sea el Gobierno el que plantea la iniciativa legislativa», lo que «ya pone de manifiesto lo bochornoso del procedimiento».
Finalmente, ha adelantado que trabajará «para que la gente pueda ver a un PSOE reconocible» con el objetivo de que el propio partido se reconozca a sí mismo. «Todo lo que se está pactando no es ni por convencimiento, ni porque hemos llegado a la conclusión de que es bueno, ni para Cataluña, ni para España. No. Es por puro chantaje. Por puro chantaje».
UN GRAN PACTO
De otro lado, preguntado, sobre si dará el paso para buscar un gran pacto de estado entre los dos principales partidos en España, García-Page ha señalado que él «siempre estará» entre los que buscan puentes y consensos; y cree que hay que evitar, «por todos los medios», dejarse llevar «por los populismos».
«El populismo se ha colado en las democracias formales. Puede ser más de izquierdas o más de derechas, pero no deja de ser populismo, y eso está haciendo enfermas a las democracias que conocemos y el modelo que nos hemos dotado en Europa, que termina significando un código de reglas previsibles, anticipadas, para que esto no sea el capricho de un mandamás permanentemente», ha argumentado.
También se ha pronunciado sobre el exministro José Luis Ábalos para afirmar que no le desea ningún mal «a nadie» en los asuntos judiciales. Pese a lo cual ha indicado que la situación «es para preocuparse» porque la problemas de afectación de imagen por corrupción «es lo peor que le puede pasar» al PSOE.
«Confío en que pueda acabar mejor de lo que parece, que se aclaren las cosas pero, obviamente, mantenemos un estado de cierta ansiedad porque, más allá de las razones personales o de la afectación personal a los implicados, es literalmente también la imagen que se traslada», ha señalado.
No obstante, ha pedido a los socialistas no medirse por el mismo listón que el PP y cree que la ciudadanía no juzga a la izquierda en materia de ética y de corrupción de la misma manera que a la derecha. «A lo mejor soy injusto con lo que digo, pero es mi percepción personal».
También se ha referido García-Page a la quita de la deuda y a la financiación autonómica para afirmar que el retraso en la puesta en marcha de una nueva financiación «beneficia al Gobierno» porque «hace caja», ya que en estos 11 años la Administración central ha aumentado el sus ingreso el doble mientras la comunidades autónomas siguen creciendo en gasto.
Asimismo, ha señalado que le hubiera gustado que la planteada por el Gobierno llegara hasta lo que endeudó María Dolores de Cospedal a Castilla-La Mancha en cuatro años. «No voy a llegar a poder quitar todo el lastre que dejó Cospedal, pero desde luego lo que me parece de sentido común es que si el Estado nos obliga a endeudarnos, por culpa del propio Estado, sea razonable al menos quitarnos la carga».
LAS MOLESTIAS DEL PP
Se ha defendido en su intervención de los que le acusan de tener una doble moral, ante lo que ha señalado que «contestar idioteces agota bastante» porque, bajo su punto de vista, es «una idiotez» pensar que los diputados de Castilla-La Mancha en el Congreso son sus diputados.
«El problema es que al PP le molesta que haya gente en el PSOE que pueda ser de izquierdas y españoles, y que no les dejemos ni la bandera de la unidad de España, ni la bandera de la moderación, ni la bandera del equilibrio. Esa es la realidad», ha sostenido.
En un terreno más regional, García-Page ha opinado también sobre la discrepancias con el Gobierno central por el trazado del AVE en Toledo para afirmar que aún no ha llegado a verse con el ministro de Transportes, Óscar Puente, y mostrarse partidario de reunirse con él para explicarle los argumentos de su Ejecutivo.
«El Ayuntamiento y nosotros somos una parte que opina, pero quien hace la infraestructura es el Estado que es el mismo Estado que lleva 25 años, por unos motivos o por otros, retrasando la obra. Si ahora se encuentran otros argumentos, que no nos busquen como excusas que nosotros lo que decimos del proyecto ya lo dijimos hace tres años y medio», ha apostillado.
Finalmente, se ha referido también al Estatuto de Autonomía de Castilla-La Manca y a si las negociaciones con el PP llegarán a buen puerto, para esperar que sí «porque está pactado». «Y no creo que la oposición en Castilla-La Mancha quiera hacer lo mismo que critica al Gobierno de España», ha zanjado.