Pacientes con cáncer de pulmón suben a las cimas más importantes de España:»El deporte es una diana más del tratamiento»
El proyecto A Pulmón , en el que se integran la Asociación Española de Afectados de Cáncer de Pulmón (AEACaP) y The Ricky Rubio Foundation, arranca este fin de semana el quinto gran ascenso de cimas de su programa, el pico de Peñalara (Madrid), con el objetivo de visibilizar la importancia de pautar el ejercicio físico a los pacientes, ya que «el deporte es una diana más del tratamiento», según la paciente Soledad Cardozo.
Así lo ha expuesto en la presentación de esta nueva etapa de esta iniciativa, que se ha celebrado este jueves en el Auditorio de la Fundación MD Anderson Cancer Center España. Por todo ello, a lo largo de 2023 y 2024, un equipo formado por pacientes, profesionales deportistas y especialistas en oncología tratarán de coronar las cimas más importantes de España. Previamente, el programa se ha llevado a cabo en Comunidad Valenciana, Galicia, Cataluña y Navarra.
El coordinador del proyecto A Pulmón , Alberto Urtasun, ha explicado que se intenta «buscar un proyecto a nivel nacional que muestre el cáncer de pulmón de otra manera y presentarlo fuera del ámbito médico».
Así, en Madrid, este reto deportivo contará con la participación del doctor Fabio Franco, oncólogo de MD Anderson Madrid, y cinco pacientes oncológicos. «Tenemos la visión del paciente de cáncer de pulmón deteriorado, absolutamente limitado, pero lo que buscamos con este tipo de proyectos es mostrar lo que es más real: no hablamos de que todos los pacientes estén en situación funcional perfecta, pero sí que podemos llegar a lograrlo, y podemos mejorar a esos pacientes que tienen esa limitación funcional», ha explicado.
Además, este tipo de proyectos tiene también un componente adicional que tiene que ver con la experiencia médico-paciente fuera del ambiente hospitalario. «Es una oportunidad para poder interactuar con el paciente fuera del ámbito médico, fuera del ámbito laboral y fuera de la consulta, de forma más personalizada y más humanizada», ha añadido.
El deporte no solo ayuda a optimizar el metabolismo y a regular el ciclo circadiano, sino que también está relacionado con una mejor tolerancia a los tratamientos y una menor toxicidad, reduciendo de forma exponencial los eventos adversos residuales y siendo clave en el mantenimiento de una buena capacidad ventilatoria para los pacientes. Además, también presenta ventajas para la salud mental de los pacientes. «El deporte te empodera, te devuelve un poco de control dentro del caos que supone el diagnóstico. El diagnóstico no te define, te sirve para el tratamiento», ha comentado por su parte Cardozo.
En esta línea, el presidente de AEACaP, Bernard Gaspar, ha destacado el «bienestar emocional» que despierta este proyecto para los pacientes a través del deporte. «Hay que intentar visibilizar que el ejercicio físico tiene que estar integrado en el cáncer de pulmón, igual que la inmunoterapia y los tratamientos dirigidos», ha destacado, para agregar que «cada vez los estudios avalan más que es fundamental añadir el ejercicio a los tratamientos».
Por otro lado, Gaspar ha destacado que otro de los objetivos del proyecto es tratar de reducir el «estigma» asociado a la enfermedad y poner el foco en que hay pacientes con una calidad de vida «estupenda». «Hay que llegar a visualizar y visibilizar que el cáncer de pulmón lo puede tener cualquiera. Fumes o no, hay muchos pacientes diagnosticados que no han fumado en su vida», ha recordado. Por último, ha incidido en la necesidad de «hablar de salud y no enfermedad». «Hay que darle un punto de vista positivo a la enfermedad, y este proyecto mejora nuestra salud», ha abundado.
Tras coronar el Peñalara, la siguiente gran cumbre que contempla en el programa de ascenso de A Pulmón es el Mulhacén (3.482 metros), el pico más alto de la Península Ibérica. Un reto que tendrá lugar en el próximo mes de octubre.
Tal y como ha explicado Urtasun, la selección de pacientes la derivan a los equipos médicos de cada comunidad. De esta forma, se elige a pacientes con calidad de vida y un régimen de ejercicio pautado y organizado. «El equipo nunca pasa de 10 personas entre médicos, guías, cámara y afectados, que suelen ser 3, 4 o incluso 5, siendo un grupo versátil y práctico».