Otegi apuesta por un «programa de mínimos» entre vascos, catalanes y gallegos para presentarse a próximas elecciones
«En el marco europeo, o en el español, ¿qué sentido tiene que vascos, catalanes y gallegos juguemos cada uno con sus siglas?», se pregunta
BILBAO, 11
El coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, ha abogado por un «programa de mínimos» entre vascos, catalanes y gallegos para presentarse a próximas citas electorales por tener «una potencialidad política enorme en Madrid y en Europa».
En una entrevista concedida a Gara, recogida por Europa Press, Otegi indica que EH Bildu tiene que ser «la casa común del pueblo abertzale de izquierdas» y subraya que los presos de ETA y sus familias saben que «no vamos a parar hasta que salgan todos y todas, explorando todos los caminos para traerlos a casa».
Cuestionado por la reunión que mantuvo semanas atrás con el expresidente del Gobierno central José Luis Rodríguez Zapatero, afirma que éste tenía interés en conocer Txillarre, porque «ahí se jugó en parte su futuro político». «Somos dos personas que coincidimos en un mismo proceso, aunque ahí nunca pudimos hablar directamente», añade.
Asimismo, cree que actualmente el PSOE «no tiene margen ni voluntad para encarar el proceso vasco y el catalán», aunque se está «en un momento histórico bastante endemoniado» y respecto al Estado se produce «una cierta paradoja».
«Para que el pueblo español pueda gozar de una cierta democracia -y limitada- nos necesitan a los independentistas, necesitan que sumemos en el Congreso, a PSOE y Podemos no les da», advierte.
Por lo que respecta a la figura el lehendakari, Iñigo Urkullu, Otegi cree que es una persona que habla «con cierta claridad al decir que pedir más autogobierno puede suponer fractura social o que hay que ensanchar el acuerdo de autogobierno para que tenga recorrido».
«O sea, ¿vamos a situarnos en los márgenes de la Constitución española, que son muy estrechos? Hay que saber leer los márgenes, el contexto, y hay que saber aprovechar las oportunidades», defiende.
Por otro lado, defiende el acuerdo alcanzado con el PNV sobre el nuevo estatus, ya que recoge «el sentir del 80% del país». «Nos parece un acuerdo magnífico, nos satisface en términos nacionales y sociales. Es un instrumento para que este país pueda hacer políticas de otro tipo. La soberanía tiene un significado simple: decidimos nosotros, y decidimos tanto las relaciones con el Estado español como la política de industria o el sistema de pensiones», argumenta.
CATALUÑA
Por lo que respecta a Cataluña y su reciente encuentro con líderes políticos catalanes, considera que «frente al Estado los pueblos tenemos que jugar juntos» ya que «si quiebran a Catalunya nos quiebran a todos».
«Por eso, aparte de la solidaridad he tratado de trasladarles que vascos, catalanes y gallegos debemos jugar esta partida juntos, coordinados y sincronizados frente a un Estado que cree que no es la seducción, sino la fuerza, lo que lo mantendrá unido», añade.
En este sentido, y ante la posibilidad de presentar candidaturas únicas en próximas citas electorales, se pregunta «en el marco europeo, o en el español, ¿qué sentido tiene que vascos, catalanes y gallegos juguemos cada uno con sus siglas?»
«¿Por qué no todos juntos con un programa de mínimos muy simple: defensa del derecho a decidir, defensa de derechos sociales, libertad para los presos…? Ahí caben alianzas desde el PNV hasta la CUP. Yo creo que esto tiene una potencialidad política enorme. En Madrid, para decir: respeten a la gente, déjenle decidir. Y en Europa, para tener una sola voz que diga que el Estado español no es democrático», dice.
Por otro lado, critica que una vez desaparecida la lucha armada e incluso «la organización, nos encontramos con un PNV que ha buscado permanentemente a todos menos a los otros abertzales».
A su juicio, el PNV es un partido «profesional, que trata de vender que aquí se vive mejor porque ellos gestionan el país», pero «aquí se vive mejor porque hay izquierda política y sindical, que lucha por mejorar la vida de la gente, por un país decente y con igualdad de oportunidades».
No obstante, advierte en referencia a ELA que «se han instalado en la crítica fácil, en mirar desde la barrera». «Hacemos una pregunta: las feministas que se manifiestan, los euskaltzales, los jóvenes que están contra la sangría del exilio económico, los sindicalistas, los pensionistas… ¿en qué marco concreto piensan que todo eso se puede garantizar? ¿En una revolución mundial, en una revolución europea, en el marco español o en Euskal Herria? No hay mejor marco que una República vasca soberana. El resto es etéreo, y no necesitamos marcos en el aire. EH Bildu ofrece el puente que permite pasar de esa reivindicación a construir la garantía», finaliza.