Ortuzar (PNV) cree que «Madrid y Cataluña tienen que empezar a hacer política» y no ponerse «condiciones imposibles»

Considera que la existencia de políticos presos «complica las cosas» tanto a «la parte catalana como al Gobierno español»

BILBAO, 10

El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, ha afirmado que Madrid y también Cataluña «tienen que empezar a hacer política», de tal forma que «cada uno defienda sus intereses pero que no se pongan condiciones imposibles los unos a los otros».

Asimismo, ha advertido de que la existencia de políticos presos «complica las cosas» también al Gobierno central, ya que le provoca que «tenga menos margen de maniobra o se autolimite».

En declaraciones a Onda Vasca, recogidas por Europa Press, Ortuzar se ha referido a la visita que realizará a Cataluña para encabezar la delegación jeltzale a los actos con motivo de la Diada. Ortuzar aprovechará el viaje para visitar a los políticos presos Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn.

En este contexto, ha recordado que ya hace un año se notaba que «algo iba a pasar» y que, tras el referéndum, la política catalana había sufrido «un punto de inflexión». A su juicio, el mensaje del Rey del 3 de octubre «certificó que la respuesta que venía desde Madrid no era de diálogo sino judicial».

«Hemos vivido un año de no política, hay que recuperar el tiempo perdido y empezar a hacer política. Tiene que empezar a hacer política Madrid y también Cataluña, que cada uno defienda sus intereses pero que no se pongan condiciones imposibles los unos a los otros», ha valorado.

Para el líder jeltzale, se está en un momento «de fragilidad, de cambio político» y todos deben preguntarse «si esto fracasa a dónde vamos».

«Cada uno tiene que intentar situarse en la piel del otro para intentar empatizar. La situación es muy compleja y hace falta diálogo. Si las condiciones de uno y otro son imposibles el diálogo no sirve de nada. Hace falta que cada uno sepa cuáles son los límites del otro. La clave es encontrar ahora un camino para que el diálogo fructifique», ha insistido.

Tras considerar que «la judicialización de la política es lo peor que puede pasar», ha advertido de que ello está «influyendo muy negativamente en la posibilidad de que el diálogo fructifique».

«No es fácil abordar desde la parte catalana un diálogo con Madrid con parte de su dirigencia en la cárcel o exiliada. Es una anomalía grave. Pronto será el juicio, la justicia tiene sus ritmos y después del juicio habrá que actuar, seguramente», ha sostenido.

En referencia a la visita que va a realizar a Josep Rull, Jordi Turull y Joaquim Forn, Ortuzar ha destacado que los tres «son muy amigos y con ellos hemos compartido horas de actividad». Además, ha afirmado que esta visita estaba prevista para el 16 de julio, pero antes de esa fecha se produjo el traslado de cárcel de los reclusos y se tuvo que posponer.

«Se va a producir con total normalidad. Es una visita con significación política pero es, sobre todo, una visita de amigos», ha añadido.

«MENOS MARGEN DE MANIOBRA»

De este modo, ha reconocido que «condiciona» tanto la existencia de los políticos presos que «complica las cosas a la parte catalana y también al Gobierno español». «Dudamos de la división de poderes pero el Gobierno siempre dice que hay que respetar al poder judicial y esa situación va a hacer que el Ejecutivo tenga menos margen de maniobra o se autolimite», ha insistido.

Por otro lado, ha rechazado que el PNV se ponga «de perfil» frente a la situación catalana y ha valorado que la formación jeltzale habla con todos los partidos catalanes y el PDeCAT «sabe de nuestra cercanía».

«Respetamos su camino como ellos respetan el nuestro. Una cosa es que cada uno haga su camino y otra que no seamos solidarios. Hemos estado siempre a todo lo que nos ha pedido el PDeCaT y así seguiremos», ha expresado, al tiempo que ha reconocido que «nuestro referente político y con quien tenemos la cercanía y mantenemos vinculación siempre ha sido el PDeCAT».

De este modo, ha resaltado que el PNV siempre ha hablado «claro» y aunque los partidos catalanes «probablemente no tuvieran otra» posibilidad que la vía unilateral, «porque enfrente no había nadie para coger el guante», hace falta «diálogo, cintura política y una visión de medio y largo plazo».