Ortuzar dice que la discrepancia con Escrivá se convertirá en «dura y global con Sánchez si sigue así»
Cree que Sánchez ha hecho un Gobierno «presidencialista» para «afianzar» el PSOE y le insta a «mimar» a quienes le llevaron a Moncloa
BILBAO, 11
El presidente del EBB del PNV, Andoni Ortuzar, afirma que la discrepancia de su formación con el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, se convertirá «en una discrepancia dura y global con Sánchez si sigue así».
En una entrevista al diario Deia, recogida por Europa Press, el líder jeltzale se ha referido a la remodelación del Gobierno central, que «hay leerla más en clave interna del PSOE y como una recomposición del mundo socialista», que como un cambio de gobierno orientada a modificar «la estrategia política en el Estado».
«No va a haber un cambio de estrategia. Pensaba que Sánchez iba a hacer al revés: el Congreso del PSOE y, después, un Gobierno a medida. Ha sido al revés: un nuevo Gobierno para afianzar al partido. Está recuperando a personas que estuvieron con él en un momento dado, personas que estuvieron en el entorno de Zapatero… Quiere hilvanar otra vez al PSOE. Tras ganar las primarias, se quedó sin partido, se enfrentó al aparato y se quedaron con él unos pocos fieles», precisa.
Ante el hecho de que Sánchez mantenga a Escrivá en el Gobierno, Ortuzar indica que, en el fondo, «cuando falla la relación con un ministro y esa falla se mantiene en el tiempo, no es un problema con el ministro: es un problema global».
«Con Escrivá tenemos una discrepancia global, dura y fuerte que, si sigue así, se convertirá en una discrepancia dura, global y fuerte con Pedro Sánchez», señala.
Ortuzar asegura que no le puede decir a Sánchez cuáles tienen que ser sus ministros pero sí decir cuáles son «las cláusulas de comodidad y las condiciones que el PNV pone para que la relación política» que existe «funcione bien».
ESCRIVÁ
El líder jeltzale afirma que no esperaba el cambio de Escrivá porque es amigo personal de Sánchez y cree que «llegará el momento en que esto va a terminar en la mesa de Pedro Sánchez». «Entonces vendrá el momento clave de ver si hay o no hay una interlocución especial con el PNV o persiste la crisis», asegura.
Ortuzar no cree que se pueda enfriar una reforma territorial porque Miguel Iceta haya pasado Cultura y, ante ese cambio, asegura que «queda claro que quien manda y determina es Pedro Sánchez» que está haciendo «un Gobierno a su imagen y semejanza».
«Es un gobierno más presidencialista que el anterior y netamente PSOE. Toda la relación con cualquier actor político va a girar en torno a Sánchez. Veremos con qué voluntad política lo aborda. Si quiere, sus ministros podrán ir articulando acuerdos para Euskadi y Catalunya», afirma.
En relación a si espera más movimientos en relación al TAV tras la salida de José Luis Ábalos de Transportes, no cree que el problema fuera que Ábalos no era diligente, sino que «había problemas estructurales porque en la Administración española hay una resistencia formal a la descentralización y este tipo de obras».
En este sentico, indica que lo que necesitan es que la nueva ministra tenga «la suficiente fortaleza política» para imponerse «a los aparatos de ese Ministerio en manos de funcionarios muy centralistas».
Ortuzar, tras señalar que no les han llamado desde el Gobierno central para negociar las Cuentas, afirma que ha traladado directamente a Pedro Sánchez su preocupación por los incumplimientos en relación al IMV y al TAV y asegura que es «es plenamente conocedor» de la posición política del PNV en estos temas.
Ortuzar asegura que tienen incumplimientos en el Ministerio de Transportes, sobre todo, en los temas ferroviarios, no solamente en el TAV, sino también en compromisos presupuestarios adquiridos este año y en ejercicios anteriores.
Ortuzar, que afirma que habló «cara a cara» con Sánchez en mayo y con mensajes «más cercanamente», dice que no ha recibido «ninguna contestación negativa de Sánchez pero, desgraciadamente, los temas no avanzan». «Tenemos una relación fluida y, por su parte, digamos que positiva; pero la realidad que acompaña a esa relación fluida es poco satisfactoria. No es resolutiva», precisa.
Cuestionado por si para aprobar el techo de gasto el PNV quiere que como condición previa se reúna la Comisión Mixta del Concierto, afirma que «no se trata de condicionar, pero es difícil renovar más compromisos y asumir más responsabilidad si no se han cumplido los acuerdos anteriores».
Respecto a si tendría que estar resuelto la cuestión del IMV para sentarse a hablar de los Presupuestos, insiste en que «no son tanto condiciones previas», porque «los Presupuestos tienen unos plazos, y las negociaciones pueden tener otros».
«Es contar con un sistema de garantías de que las cosas van a pasar. Lo ideal sería que, para cuando nos sentáramos a hablar de los Presupuestos, estuviera todo esto encarrilado ya. Es evidente que, para octubre o septiembre, no van a estar en ejecución las obras de entrada del Tren de Alta Velocidad. Lo que sí podemos tener es un documento firmado de cómo se va a hacer el soterramiento. El IMV se puede hacer en diez minutos, es más sencillo. La concertación de impuestos puede tener técnicamente mayor trabajo. Nosotros no podemos paralizar la negociación de Presupuestos», asegura.
Ortuzar indica que, como los socios actuales de Sánchez, no tienen «alternativa», Sánchez puede tener «tentaciones» y «puede dormirse a la bartola y no cumplir ninguno de los acuerdos», pero «eso es asumir mucho riesgo». «Si Sánchez tiene la vocación de agotar esta legislatura y seguir la siguiente, lo lógico es que mime y cuide a quienes lo llevamos a La Moncloa», asegura.
El líder jeltzale afirma que el PP no les ha sondeado y es un partido que «se ha metido en un camino sin salida», creyendo «que le va a llevar a La Moncloa otra vez, pero no va a tener más opción que dar la vuelta, girar 180 grados y desandar ese camino». «En ese camino, no cabe una relación normalizada con el PNV. Se ha hecho un partido negacionista, también de la diversidad territorial y de la capacidad de reivindicación de sociedades políticamente diferenciadas como Catalunya o Euskadi. Sobre esa negación, es imposible construir una relación política», asegura.
REFORMA DE PENSIONES
En relación al acuerdo sobre pensiones, de las pensiones, afirma que Escrivá es «un ministro del despotismo ilustrado: él sabe lo que necesita Euskadi, él sabe lo que necesitan los pensionistas, él lo sabe todo, pero no acuerda nada».
«Presenta un supuesto acuerdo de pensiones, se desdice, y los partidos que lo tenemos que ratificar en el Congreso y el Pacto de Toledo no tenemos ni idea de lo que ha negociado. Es manco para los acuerdos. Me da la sensación de que el acuerdo de las pensiones le va a costar sacarlo adelante en el Congreso. Solo lo defendió el PSOE, y tímidamente, el resto criticó su soberbia», advierte.
En relación a la pandemia y a que desde algunos ámbitos se plantee el toque de queda, recuerda que ya dijeron que «no era momento de quitar el estado de alarma» y, «una vez quitado», no se puede dar. «La vacunación va a buen ritmo, pero hay rebrotes que con disciplina social se podrían evitar. No es tanto la época de las prohibiciones, como de la responsabilidad», añade.
Respecto al apoyo de Elkarrekin Podemos-IU a la Ley antipandemia, afirma que aprecian en este grupo una voluntad de diálogo que «no existe en PP ni en Bildu». «Seguramente por razones diferentes, Bildu y PP hacen la misma oposición y tienen la misma predisposición a la bronca. Otegi en castellano es Casado. Casado en euskera es Otegi» concluye.