ONG piden a UE cambiar sistema de producción alimentario: «Producir grandes cantidades de carne es insostenible»
Reacciones después de que la ONU haya instado a reducir la dieta basada en consumo de carne para luchar contra el cambio climático
Cambiar las políticas agrarias europeas y reducir la producción alimentaria industrial son algunas de las medidas «importantes y urgentes» que han pedido algunas ONG ante los datos publicados, este jueves 8 de agosto, en el informe del Panel Intergubernamental de Expertos en Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC, por sus siglas en inglés), sobre deforestación y modelos alimentarios, que insta a reducir la dieta basada en el consumo de carne para luchar contra el cambio climático.
«Lo recomendable es cambiar las políticas globales, en nuestros caso en Europa y España, que están en proceso de reforma de la política agraria común, que es la de mayor presupuesto de la Unión Europa y que condiciona cómo un agricultor o ganadero gestiona su finca», ha señalado a Europa Press la coordinadora de Política Agraria y Desarrollo Rural de WWF España, Celsa Peiteado.
En este sentido, ha indicado que Europa «tendría que apoyar con dinero público a los ganaderos y agricultores que apuestan por modelos sostenibles y dejar de dar subsidios a aquellos que contaminan». De este modo, ha apoyado un cambio que parte del modelo de ayudas de las administraciones públicas, así como a aplicación de «una reforma fiscal que penalice a quien contamina y desgrave a quien es respetuoso con a naturaleza».
Así, ha destacado la importancia del informe de la ONU, el primero que se centra en el cambio climático y el uso de la tierra, y que «apoya la necesidad de una PAC ambientalmente sostenible».
«La deforestación no se está dando solo en los bosques, sino en los pastos y sabanas que son grandes herramientas para capturar gases de efecto invernadero, con lo cual, a su vez, hacemos que el suelo sea más vulnerable a la desertificación, se pierden elementos vitales para las especies silvestres y la biodiversidad, y perdemos la capacidad para producir alimentos», ha agregado.
En la misma línea se ha manifestado el responsable de Soberanía Alimentaria de Amigos de la Tierra, Andrés Muñoz, quien ha señalado que «los países del norte, es decir América del Norte y Europa, tienen que reducir drásticamente su producción industrial y apostar por dietas saludables, con vegetales y cereales».
«El modelo de ganadería industrial que se ha impuesto para producir grandes cantidades de carne es insostenible, y el impacto tanto en la salud, como desde el punto de vista medioambiental son gravísimos», ha dicho a Europa Press el experto.
Al respecto, ha indicado que las principales consecuencias «se están viendo en procesos en la Amazonia de Brasil o en la producción industrial de aceite de palma y soja que se lleva a cabo para dar de comer a los animales de manera industrial».
Sin embargo, ha enfatizado en que, aunque las consecuencias son globales, «para revertir los efectos hay que empezar por acciones locales». «Por ejemplo, España es uno de los grandes productores de carne de cerdo, que se exporta a China, lo que hace que este país aumente su consumo en proporciones insostenibles», ha añadido.
Al ser preguntado por las consecuencias en países en vías de desarrollo, Muñoz ha explicado que allí es posible prever los efectos de la industrialización y la deforestación. «Afortunadamente en países donde no se han impuesto patrones de consumo o donde la carne no tiene peso importante, estamos a tiempo de que esto no sea así, pero este modelo imperante ya se ve en África o Asia donde se apuesta por el consumo de carne», ha dicho.
Por otra parte, la asesora de Políticas Climáticas de Oxfam Intermón, Aditi Sen, ha declarado que «se debe poner fin a la agricultura industrial destructiva e invertir en enfoques agroecológicos que secuestren o almacenen el carbono, mejoren la salud del suelo y aumenten el rendimiento de las cosechas».
«Están destruyendo las tierras de las que dependemos para producir alimentos, y son las personas en mayor situación de pobreza quienes se llevan la peor parte», ha agregado en un comunicado.
Para el responsable de Clima y Energía de SEO/BirdLife, David Howell, «España es muy vulnerable y está poco preparada ante la creciente crisis climática». «Cuesta soltar el lastre de un modelo de desarrollo que se suponía que era progreso y riqueza pero que resulta ser peligroso», ha subrayado.
CAMBIOS EN LA DIETA
El informe del IPCC ha enfatizado la necesidad de un cambio global en la dieta, dirigida hacia el consumo de más alimentos a base de plantas y menos carne, lo que reduciría las emisiones de gases de efecto invernadero que produce el ganado y mejoraría el uso de la tierra y el agua.
Peiteado ha apoyado estas recomendaciones de la ONU y ha señalado que lo ideal es «disminuir la carne, leche y huevos en la dieta diaria, así como fomentar una alimentación basada en la ganadería sostenible». «Esto, además de repercutir en la salud tiene relación con aspectos del bienestar animal», ha dicho.
Asimismo, ha denunciado el malgasto de alimentos en los hogares europeos que alcanza cada año 1.300 millones de toneladas de comida, un tercio de la producción total, según la FAO. «Si tiras la comida, también tiras el agua y la energía que se ha utilizado para producirlo, es un contrasentido teniendo en cuenta la gran cantidad de personas que sufren desnutrición en el mundo», ha añadido.
A su vez, el portavoz de la campaña de Bosques y Clima de Greenpeace Alemania, Christoph Thies, ha declarado que «cambiar el sistema alimentario reduciendo el consumo de carne ayudará a convertir la crisis climática y de biodiversidad en una nueva esperanza para la naturaleza y las personas».
En esta línea, SEO/BirdLife ha hecho un llamamiento para «reducir la huella ambiental de la producción, comercialización y consumo de alimentos, mediante métodos más respetuosos con la naturaleza, como por ejemplo disminuir el uso de fertilizantes industriales y el consumo del agua, así como el de productos de carne y lácteos; evitar el desperdicio de cosechas y alimentos, y favorecer la retención de materia orgánica en el suelo».