OCU denuncia a Pastas Gallo, Danone, Pescanova, Colacao, Tulipán y Campofrío por la reduflación
La organización de consumidores OCU ha denunciado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a Pastas Gallo, Danone, Pescanova, Colacao, Tulipán y Campofrío por la reduflación, una práctica que consiste en dar menos cantidad cobrando lo mismo, sin descartar ampliar su denuncia a más productos y empresas.
En concreto, OCU ha presentado dicha denuncia para que la CNMC determine si la reduflación, que ha detectado en estas seis empresas, es una práctica que pudiera alterar la competencia de forma desleal, debido a la falta de transparencia para los consumidores.
Además de la denuncia al organismo presidido por Cani Fernández, la organización de consumidores informará al Ministerio de Consumo para que estudie la implantación de medidas que obliguen a los fabricantes a mejorar la información que dan a los consumidores sobre el precio y la cantidad de sus productos.
OCU, con independencia de la legalidad de la reduflación, ha criticado estas prácticas «opacas», puesto que «en la mayoría de las ocasiones es imperceptible para los consumidores», por lo que es necesario advertir de estas subidas «encubiertas» a los consumidores.
La organización ha denunciado que el incremento de los precios de la energía y materias primas ha provocado una «importante» subida de precios de diferentes bienes y servicios. En concreto, cifra en un 9,4% la subida anual en el coste de alimentación.
En este contexto, ha advertido de que en el sector de la alimentación algunos grandes fabricantes para evitar la penalización que supone una subida de precios han optado por una estrategia diferente: la reduflación.
Según un estudio, la OCU ha comprobado que al menos un 7% de los productos de su cesta de la compra se ha visto afectado por esta práctica.
Aunque en principio, desde el punto de vista de la información en el envase y etiquetado de los productos se cumple con la normativa, OCU considera que en realidad puede considerarse una práctica de competencia desleal, puesto que «no hay una información clara para el consumidor sobre la subida precios y esa falta de transparencia altera la competencia».
«El consumidor no tiene una información completa sobre la verdadera naturaleza y características del producto induciéndole a tomar decisiones erróneas que pueden afectar a los fabricantes que suben de forma clara el precio, y que se pueden ver penalizados frente a los que enmascaran las subidas con reducciones en la cantidad de producto», ha señalado la organización de consumidores.