Nicolás Redondo rechaza los pactos con PNV y ERC por dinamitar el principio de igualdad y la indignidad de claudicar
Pide a los españoles «impedir los atropellos políticos», la confusión entre poderes y la sumisión a los intereses «egoístas» del nacionalismo
El exdirigente del Partido Socialista de Euskadi (PSE) y uno de los promotores de la plataforma cívica «La España que reúne», carga contra los pactos que ha alcanzado el PSOE con el PNV y con ERC por entender que dinamitan el principio de igualdad entre españoles y suponen, en el caso del segundo, la «indignidad de claudicar».
En una texto de agradecimiento a los firmantes de la «Carta a los Españoles» –el primer documento que hizo público este foro de debate y que en tres días fue respaldado por más de 700 personas de la sociedad civil–, el exlíder socialista vasco expone su preocupación por los pactos alcanzados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y las primeras decisiones adoptadas.
Por ello, reclama a los españoles que no quieren que España vuelva a perder el tren del progreso, que impidan los «atropellos políticos», la «confusión» entre los poderes del Estado y la sumisión a los «intereses egoístas» de los nacionalismos periféricos.
Así, hace un llamamiento a los españoles para que frustren los intentos de devolver al país al pasado como, dice, quieren los populismos de derechas y también los intentos de dar un «salto purificador hacia utopías que siempre han fracasado» como desean los nacionalistas y populistas de izquierdas.
Y deja claro que esta plataforma que representa va a seguir trabajando, respetando el papel constitucional de los partidos políticos, pero sin renunciar a su derecho a dirigirse a la sociedad española desde todas las plataformas que encuentren a su disposición.
PRÓXIMAMENTE SE VOLVERÁN A DIRIGIR A LA SOCIEDAD
«Próximamente nos volveremos a encontrar con todos vosotros para defender todo lo conseguido y expresar nuestro deseo de modernización del espacio público español a través de las reformas: nos volveremos a encontrar los que sencillamente queremos que España funcione», expone en la citada misiva a la que ha tenido acceso Europa Press.
Redondo señala que no ha sido posible el llamamiento que hicieron desde «La España que suma» para que hubiera pacto entre partidos constitucionalistas, ya que el partido ganador de las elecciones hizo la elección de socio a las 24 horas de conocer los resultados electorales y ha preferido apoyarse en los partidos que respaldaron la moción de censura contra Rajoy.
Admite que el nuevo Gobierno tiene la legalidad y legitimidad que le dan los votos, algo que «nadie pone en duda». Pero advierte de que también a esta plataforma la asiste el derecho a expresar su preocupación por los socios que han hecho posible la investidura.
Por ello, expone un «contundente rechazo» a los pacto con los independentistas vascos y los catalanes. Con los primeros, advierte, porque es una gran equivocación que puede acarrear gravísimos problemas. En este sentido, señala que «hace añicos» el principio de igualdad entre españoles cuando el PSOE se compromete a acomodar las estructuras del Estado a las «identidades territoriales», el «eufemismo» empleado para comprometerse a satisfacer las pretensiones partidarias de los nacionalistas vascos.
En el caso del pacto con ERC, Nicolás Redondo lamenta que no solo dinamita el principio de igualdad al desposeer a los españoles que no viven en Cataluña de la dignidad que caracteriza la ciudadanía, sino que también, avisa, «le hacen recorrer un camino peligroso hacia el enfrentamiento político más radical».
Este acuerdo, precisa, lleva parejo al error «la indignidad de claudicar», por poner en plano de igualdad al Gobierno de todos los españoles con el de Cataluña, que además, está empeñado en ser exclusivamente el Ejecutivo de una parte de la sociedad catalana, según recalca el ex dirigente socialista vasco. CRITICA QUE SE LLAME «FACHA» A QUIEN DISCREPA
En su texto de agradecimiento, Nicolás Redondo critica que se llame «facha» a quien discrepa y pide a los españoles que no se vea como un enemigo a batir a los discrepantes y a los que quieren que España no vuelva a perder el tren del progreso «envuelta en mezquindades nacionalistas o en ideologías radicales».
Rechaza también las políticas basadas en el «cuanto peor mejor» así como la marginación de los grandes consensos de una parte «muy significativa» de la sociedad española representada por los partidos constitucionalistas.
Considera que tanto una política como otra favorece a los extremistas y la desvertebración de la sociedad. Por ello, deja claro que la moderación, la centralidad política y el espíritu reformista serán los que impulsen la actividad de «La España que suma» en la sociedad civil española. Pero deja claro que la mesura y la inexistencia de insultos y descalificaciones en su discurso no impedirá que mantengan firmemente sus convicciones ciudadanas.