Nicolás Redondo cree que Page tiene «una posición de fuerza que impide que le expulsen» del PSOE: «Lo mío era más fácil»
SEVILLA, 29
El que fuera secretario general del Partido Socialista de Euskadi (PSE) Nicolás Redondo Terreros ha opinado este lunes que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, tiene «una posición de fuerza» dentro del PSOE, en tanto que dirigente socialista que gobierna con mayoría absoluta en su comunidad autónoma, que «impide que le expulsen» del partido aunque se pronuncie en contra de decisiones de la dirección de Pedro Sánchez en relación, por ejemplo, a la amnistía a encausados por el proceso independentista catalán, y ha apostillado que en su caso particular «era más fácil» que le expulsaran de la formación socialista.
Así lo ha manifestado Nicolás Redondo en una entrevista en Canal Sur Radio, recogida por Europa Press, a propósito de la publicación de su libro No me resigno , y después de que el pasado mes de septiembre fuera expulsado del PSOE bajo la acusación de reiterado menosprecio a las siglas del partido por sus declaraciones sobre la posibilidad de que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pactase con Junts una Ley de Amnistía para favorecer al expresidente catalán Carles Puigdemont.
El exlíder del PSE ha defendido que son necesarios los acuerdos entre los «dos grandes partidos» de España –PSOE y PP– en torno a cuestiones como la educación o la juventud, si bien ha puntualizado que «ahora no es posible», y a la pregunta de si cree que, por sus críticas a la amnistía, expulsarán a García-Page del partido ha respondido que «no».
«Espero que no», ha añadido Nicolás Redondo, que ha remarcado que el dirigente castellanomanchego es actualmente uno de los tres presidentes de comunidad autónoma con los que cuenta el PSOE y el único con mayoría absoluta, por lo que «está en una posición de fuerza que impide que le expulsen».
«Lo mío era más fácil», ha añadido el político vasco en referencia a su expulsión, y en esa línea ha agregado que él se ha llevado «más tiempo diciendo lo que dije», por lo que «hay diferencias» entre su caso y el de García-Page.
«CRISIS POLÍTICA GRAVE» CON LA AMNISTÍA
A la pregunta de si cree que la democracia «está en peligro» en España, Nicolás Redondo ha indicado que él no es «partidario de truculencias», y ha considerado que lo que hay es «una situación de crisis política grave», con una amnistía que «hace pedazos el principio de igualdad», y «las instituciones son más débiles hoy que hace siete años», así como «los ciudadanos tienen menos confianza en el sistema político, en los políticos, en las instituciones, que hace siete años».
«Creo que estamos realmente peor», ha sentenciado el exsecretario general del PSE, para quien el PSOE «ha hecho cosas que hace cinco años nadie pensaría», de forma que «ha extirpado del Código Penal la sedición para favorecer a (Oriol) Junqueras –el líder de ERC– y compañía; va a aprobar la Ley de Amnistía para beneficiar a (Carles) Puigdemont, que es una persona fugada» de la Justicia, y pese a que «ambos» políticos catalanes «han hecho un asalto a la Constitución», según ha denunciado antes de apostillar, no obstante, que «no deberíamos, como hacen las posiciones extremas, agravar con las palabras más la situación ya grave de por sí» que se vive actualmente.
Nicolás Redondo también ha apuntado que «no parece» que, pese a este contexto, haya «ruido de sables» en el seno del PSOE, y al respecto ha aludido a la «extraña convención» que el partido celebró a hace unos días en La Coruña, donde «no ha hablado nadie de esto».
El exlíder del PSE ha contrapuesto esta situación con la época en la que Felipe González lideraba el PSOE, y al respecto ha puesto de relieve que en el momento en el que el que fuera presidente del Gobierno tuvo 202 diputados en el Congreso –tras las elecciones generales de octubre de 1982– «no tenía un poder ilimitado sobre el partido», y «había confrontación, debate, oposición, crítica», e incluso llegaron a convocarle «hasta huelgas generales», según ha recordado el hijo del histórico dirigente de UGT Nicolás Redondo, ya fallecido.
En esa línea, Redondo Terreros ha opinado que, «para estar vivo», el PSOE «necesita confrontación y conflicto», y la actual «falta de divergencia, de pareceres» distintos dentro del partido «nos induce a pensar que está en una situación lánguida electoralmente, socialmente y orgánicamente».
A la pregunta de si cree que hay riesgo de que «la polarización de la política actual llegue a fracturar la convivencia de los españoles», Nicolás Redondo ha razonado que «la división, el trincherismo, el frentismo» actual en España «es artificial» y «se está provocando de arriba abajo, desde los políticos a la sociedad», pero también ha advertido de que «podemos estar viendo aquí dentro de poco un enfrentamiento que no será como los del siglo XIX ni la Guerra Civil», pero sí «un enfrentamiento político que paralice al país, que le vuelva a aislar, que le vuelva a dejar ante sus propias miserias».
«Esa es la posibilidad que existe», ha sostenido el que fuera líder de los socialistas vascos, que ha lamentado que en el año 1977 «creímos que la arbitrariedad había desaparecido en gran medida» en España, pero «ahora vemos cómo no ha desaparecido», y «creímos en la separación de poderes», pero en estos días «hemos visto cómo el Tribunal Constitucional, por lo menos en relación a una sentencia del Tribunal Supremo que hacía referencia a un diputado de Canarias –en referencia al que fuera diputado de Unidas Podemos Alberto Rodríguez, le ha suplantado», ha continuado argumentando Nicolás Redondo antes de concluir que «esto nos lleva a pensar que, por muchos mensajes optimistas que se quieran transmitir, la mayoría no estamos mejor de lo que estábamos antes, sino al contrario, que estamos peor», ha zanjado.