Netanyahu recalca su compromiso con el statu quo en la Explanada de las Mezquitas tras visita de Ben Gvir
El primer ministro de Israel dice que «no se rendirá ante las órdenes de Hamás» tras la oleada de críticas internacionales
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha recalcado este martes su compromiso con el mantenimiento del statu quo en la Explanada de las Mezquitas ante las críticas internacionales por la visita al lugar por parte del nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel, Itamar Ben Gvir, líder del partido ultraderechista Otzma Yehudit.
La oficina de Netanyahu ha indicado que trabajará para «proteger estrictamente el statu quo en el Monte del Templo –nombre con el que los judíos conocen el lugar–, sin cambios», según ha informado el diario The Times of Israel .
Asimismo, ha insistido en que Israel «no se rendirá ante las órdenes de Hamás», en referencia a las advertencias del grupo contra una visita al lugar, y ha recordado que otros ministros realizaron visitas en el pasado a la Explanada de las Mezquitas.
«La afirmación de que ha habido un cambio en el statu quo es infundada», ha manifestado. Horas antes, el propio Ben Gvir había defendido su visita, criticada por la Autoridad Palestina y otros países, entre ellos Estados Unidos.
El propio Netanyahu afirmó la semana pasada durante la presentación de las principales líneas de su Gobierno que «el statu quo en asuntos de religión y Estado se mantendrá, tal y como ha sido aceptado durante décadas en Israel, incluido en lo relativo a los lugares sagrados». Por otra parte, apuntó que «el pueblo judío tiene derecho exclusivo e incuestionable a todas las áreas en la Tierra de Israel» y que impulsará la expansión de los asentamientos en Cisjordania y «trabajará para reforzar el estatus de Jerusalén».
El statu quo en la Explanada de las Mezquitas impide a los judíos rezar en la Explanada de las Mezquitas y autoriza únicamente que visiten el lugar en horarios predeterminados y que lo recorran a través de una ruta fijada, acompañados por policías que deben vigilar que los fieles no recen o que introduzcan banderas israelíes u objetos religiosos.
Israel se hizo con el control de la Explanada de las Mezquitas y el resto de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967). Sin embargo, permitió que Jordania siguiera manteniendo la autoridad religiosa en el lugar y, según el acuerdo de paz, reconoció el «papel especial» de Jordania sobre «los lugares santos musulmanes en Jerusalén».
Israel considera Jerusalén como su capital «indivisible», si bien el estatus de la ciudad está pendiente de un acuerdo de paz con las autoridades palestinas, que reclaman Jerusalén Este como capital de un Estado en las fronteras de 1967 en el marco de una solución de dos estados respaldada por la comunidad internacional, que apela igualmente a que no se realicen cambios al statu quo .