Trablisa solicita medidas cautelares tras la huelga de vigilantes en Barajas que califica como «ilegal»
Está adoptando medidas disciplinares internas ante lo que considera una huelga de celo
Grupo Trablisa asegura que ha presentado una demanda solicitando la declaración de huelga ilegal y medidas cautelares, después de que un grupo de trabajadores de seguridad privada convocara una huelga indefinida en el Aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid- Barajas.
Así lo ha asegurado la directora corporativa de Recursos Humanos de la compañía, Pilar Albacete, en una convocatoria a prensa celebrada en el mismo aeropuerto madrileño donde ha señalado que la empresa está tomando medidas disciplinarias y supervisando los filtros para que no se provoquen mas ralentizaciones y minimizar así el impacto en los pasajeros.
Albacete ha explicado que la empresa ya ha abierto «algún expediente disciplinario», ya que entiende que, aunque el derecho a huelga es constitucional, «no es un derecho absoluto ni limitado».
«Tiene que haber una serie de pequeños requisitos que deben cumplirse y si no se cumplen estos requisitos la huelga debe ser declarada ilegal», ha asegurado Albacete.
Albacete ha asegurado que la convocatoria de huelga ha sido promovida de manera irregular por unos 21 trabajadores que se autoerigieron como promotores, sin celebrar la asamblea obligatoria ni cumplir con los requisitos establecidos en el Estatuto de los Trabajadores, que exige la participación mínima de un tercio de la plantilla. Grupo Trablisa cuenta con 859 vigilantes en este servicio.
«Estamos ante una convocatoria de huelga que han promovido y que se han autonombrado ellos mismos promotores exclusivamente 21 trabajadores, de los cuales en el acta en la que declaran la huelga hay algún trabajador que ahora mismo ni tan siquiera es trabajador de la empresa», ha sostenido.
La huelga está afectando numerosos pasajeros desde el pasado domingo. Así fuentes de Iberia han señalado que un total de 2.192 personas que volaban con la aerolínea este lunes perdieron su vuelo como consecuencia de las largas colas que provocó la huelga de personal de seguridad de Trablisa encargados de los controles de acceso.
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