Mueren tres personas en ataques contra dos localidades en el norte de Burkina Faso
Al menos tres personas murieron en dos ataques ejecutados en la madrugada del domingo contra sendas localidades situadas en la provincia burkinesa de Soum, situada en el norte del país africano, según han confirmado este lunes fuentes de seguridad.
Estas fuentes, citadas por el portal burkinés de noticias Infowakat, han detallado que los ataques fueron perpetrados por personas no identificadas contra las aldeas de Pobé-Mengao y Gargaboulé. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría de lo sucedido.
El ataque fue ejecutado pocos días después de que el Ejército burkinés anunciara la «neutralización» de cerca de 40 presuntos terroristas en los alrededores de la localidad de Tapoa-Djerm (este), en el marco de las operaciones antiterroristas de las fuerzas de seguridad.
Asimismo, las Fuerzas Armadas del país africano aseguraron el 21 de septiembre haber «neutralizado» a 26 supuestos terroristas en una serie de operaciones llevadas a cabo durante la semana previa en las provincias de Soum y Loroum, ambas ubicadas en el norte del país africano.
Burkina Faso ha incrementado sus operaciones contra Ansarul Islam, un grupo terrorista autóctono; así como el Grupo para el Apoyo del Islam y los Musulmanes (JNIM), una organización yihadista que aglutina a otras cuatro, entre ellas Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) y Al Murabitún; y en menor medida Estado Islámico en el Gran Sáhara (ISGS).
Durante los últimos años se ha intensificado además la violencia intercomunitaria, que enfrenta principalmente a pastores con agricultores y que ha provocado el desplazamiento de miles de personas, y han aumentado los ataques contra líderes y miembros de la comunidad cristiana del país.
Esta situación ha llevado a que el presidente de Burkina Faso, Roch Marc Christian Kaboré, hiciera el 24 de septiembre un «vibrante llamamiento» a la comunidad internacional para que apoye «activamente» a la coalición antiterrorista en la región del Sahel y recalcara que la amenaza «es una cuestión de seguridad internacional».