Mueren doce personas en un ataque ejecutado por supuestos separatistas armados en Camerún
Al menos doce personas murieron en un ataque ejecutado el sábado por supuestos separatistas armados en la localidad de Oku, situada en la Región Noroeste, según han confirmado este lunes fuentes oficiales.
Fuentes citadas por el diario Journal du Cameroun han señalado que los milicianos tendieron una emboscada a un vehículo blindado en el que viajaban varios altos cargos de Oku, así como un miembro de la comisión electoral del país.
Entre las víctimas figuran dos vicealcaldes de la localidad, así como varios consejeros de la Alcaldía y militares, algunos de ellos integrantes del Batallón de Intervención Rápida (BIR).
Las citadas fuentes han indicado que algunas de las víctimas fueron decapitadas. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del ataque, mientras que el Gobierno camerunés no se ha pronunciado sobre lo sucedido.
Grupos separatistas armados que operan en las regiones de mayoría anglófona del país –Noroeste y Suroeste– habían amenazado con atacar a los que participaran en la repetición de las legislativas, que se celebró el 22 de marzo.
Por su parte, una de estas milicias anunció la semana pasada que respetará un alto el fuego de catorce días a causa de la pandemia de coronavirus que sacude el país.
Las Fuerzas de Defensa del Camerún del Sur (SOCADEF) dijeron que la decisión entraría en vigor el domingo como «gesto de buena voluntad» tras el llamamiento del secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a un alto el fuego mundial por la pandemia.
Lo que en 2016 empezaron siendo protestas pacíficas de los habitantes de estas regiones, otrora colonias británicas pero que decidieron unirse al Camerún francés, por su supuesta marginación por parte del Gobierno central, derivó en una dura represión a raíz de la autoproclamación de la independencia de Ambazonia el 1 de octubre de 2017.
Desde entonces, los grupos armados han proliferado y el apoyo a los separatistas, hasta entonces bastante marginal, se ha visto acrecentado. El Gobierno ha respondido mediante una dura represión, durante la que las organizaciones de Derechos Humanos han acusado a las fuerzas de seguridad de cometer atrocidades.
