Muere un casco azul en un ataque contra un convoy logístico de la misión de la ONU en Malí
Al menos un casco azul murió y otros tres resultaron heridos en un ataque perpetrado el miércoles contra un convoy logístico de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) en los alrededores de la ciudad de Kidal (norte), según ha confirmado la propia misión.
«Condeno firmemente este ataque, que es parte desesperada de los grupos terroristas para intentar dañar la búsqueda de la paz en Malí y la aplicación del mandato de la MINUSMA», ha dicho el representante especial de la Secretaría General de la ONU y jefe de la MINUSMA, El Ghassim Wane.
«Nuestra determinación a la hora de acompañar al pueblo y el Gobierno malienses en la búsqueda de la paz y la seguridad sigue inamovible. Nada la socavará», ha manifestado, según un comunicado publicado por la MINUSMA en su página web.
El ataque, perpetrado con armas ligeras y lanzacohetes, es el quinto incidente de este tipo en la región de Kidal durante la última semana. Por el momento ningún grupo ha reclamado la autoría del suceso.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha condenado el ataque y ha trasladado sus «profundas condolencias» a los familiares de la víctima, de nacionalidad jordana, así como a las autoridades y la población de este país.
Asimismo, ha recordado que los ataques contra cascos azules «pueden constituir crímenes de guerra según el Derecho Internacional» y ha reclamado a las autoridades malienses «que no escatimen esfuerzos a la hora de identificar a los responsables del ataque para que puedan ser llevados rápidamente ante la justicia». Por último, Guterres ha reafirmado la determinación de Naciones Unidas para «apoyar al pueblo de Malí en su búsqueda de paz y seguridad».
El suceso ha tenido lugar menos de una semana después de que al menos nueve cascos azules de la MINUSMA resultaran heridos por la explosión de una bomba detonada al paso de un vehículo militar al suroeste de Aguelhok, en la provincia de Kidal.
Malí ha venido registrando en los últimos años un número creciente de ataques yihadistas obra tanto de la filial de Al Qaeda en la región como de la de Estado Islámico, lo cual ha hecho además aumentar la violencia intercomunitaria y provocado el desplazamiento de decenas de miles de personas.