MSF urge a los países ricos y a las farmacéuticas que garanticen que todas las regiones puedan acceder a vacunas
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha pedido a los países ricos y a las corporaciones farmacéuticas «soluciones urgentes» para garantizar que todos los países puedan acceder a vacunas contra el Covid-19 eficaces de forma rápida y asequible, «antes de que sea demasiado tarde».
Y es que, tal y como ha señalado, el acceso y la distribución equitativa de las vacunas COVID-19 es «más esencial que nunca» porque el virus se ha cobrado ya 100.000 muertes en el continente africano. Esta cifra se alcanza en un momento en el que el sur del continente se enfrenta a una variante del virus altamente infecciosa con unos sistemas de salud que parten de una situación «muy precaria».
Hasta la fecha, se han administrado en el mundo más de 194 millones de dosis pero «casi ninguna» ha llegado a África subsahariana mientras muchos países desarrollados han adquirido compromisos de compra de vacunas que multiplican por dos, tres y hasta por cinco su población.
«Los mismos países desarrollados que ya han vacunado a muchos de sus trabajadores sanitarios, son quienes bloquean desde hace meses los esfuerzos liderados por Sudáfrica e India para una suspensión temporal de las protecciones de propiedad intelectual sobre los productos médicos de COVID-19, incluidas las vacunas, en la Organización Mundial del Comercio (OMC)», ha lamentado la organización.
Esta medida podría permitir a los países de ingresos bajos y medios producir o acceder a estos productos de manera más asequible a través de transferencias de tecnología, el incremento de las opciones de fabricación y la competencia de precios a medio plazo.
«Lo que estamos presenciando en este momento es un fracaso inaceptable de la humanidad y de la respuesta global. Hay países que acumulan vacunas y que han comenzado a inmunizar a grupos de bajo riesgo mientras que países en desarrollo ni siquiera han comenzado a vacunar a los trabajadores de la salud de primera línea en unos sistemas sanitarios que ya están al límite», ha denunciado la coordinadora de Incidencia Política de MSF en el sur de África, Claire Waterhouse.
A juicio de MSF, es «indefendible» que los países ricos estén acaparando dosis para inmunizar a grupos de riesgo bajo mientras que países en desarrollo no reciben dosis para vacunar a los sanitarios de primera línea y a la población de riesgo.
«Por eso pedimos a los Gobiernos de las naciones ricas que han inmunizado a sus trabajadores sanitarios de primera línea y a los grupos de alto riesgo a que ayuden ahora a los países de ingresos bajos y medios compartiendo sus suministros de vacunas con COVAX», ha propuesto la responsable de Vacunación de MSF, Miriam Alía.
SEGUNDA OLA EN EL SUR DE ÁFRICA
Los equipos de MSF trabajan en programas de atención y prevención de la COVID-19 en diferentes comunidades del sur de África -en Eswatini, Malaui, Mozambique, Sudáfrica y Zimbabue- desde el comienzo de la pandemia. Tras las fiestas navideñas, la región se vio sacudida por una repentina segunda ola de infecciones. Varios países del sur de África registraron más casos nuevos de COVID-19 en el mes de enero de 2021 que en todo 2020.
«Aunque la oleada de nuevas infecciones está disminuyendo en algunos de estos países, nos estamos preparando para la posibilidad de que se produzcan futuras oleadas a medida que el virus siga adaptándose y propagándose. Un rápido despliegue de las vacunas más eficaces para cada entorno tendría un impacto importante en la reducción de futuras infecciones y muertes entre los trabajadores sanitarios y la mayoría de los grupos de riesgo. Sin embargo, la mayoría de los países del sur de África, y de hecho del mundo en desarrollo, no han empezado a recibir las cantidades de vacunas que requieren», ha explicado el director regional de Operaciones de MSF en el sur de África, Philip Aruna.
El sistema de acceso a los medicamentos y las vacunas debe cambiar a todos los niveles. La solución para adelantarse al peligro mundial de la Covid-19 pasa por que los líderes de los estados y las empresas farmacéuticas actúen con urgencia para que todos los grupos de riesgos y el personal sanitario estén cubiertos en todo el mundo y al mismo tiempo.
Es por ello por lo que MSF ha instado a las corporaciones farmacéuticas a que detengan los acuerdos bilaterales que están sobre abasteciendo a las naciones ricas y prioricen el suministro de vacunas a COVAX o mediante acuerdos con los países que aún no han vacunado a sus trabajadores sanitarios y grupos de alto riesgo.
«Es inaceptable que, en un contexto de evidente tensión entre la oferta y capacidad de producción de vacunas y la demanda de estas, las compañías sean cómplices de este acaparamiento de dosis», ha lamentado Alía.
Finalmente, la organización ha reclamado a COVAX, a la Alianza para las Vacunas (GAVI), a la Coalición para las Innovaciones en la Preparación ante Epidemias y a los estados donantes, a que tomen medidas «inmediatas en pos de la transparencia en los calendarios de suministro de COVAX», de modo que los países de ingresos bajos y medios conozcan el precio, las cantidades y la fecha de entrega de las vacunas que recibirán.