MSF suspende por razones de seguridad sus actividades médicas en Baraka, en el este de RDC
La ONG evacua a sus equipos de la ciudad ante el «recrudecimiento de los combates» entre el Ejército y el rebelde M23
La organización no gubernamental Médicos Sin Fronteras (MSF) ha anunciado este viernes la suspensión de sus actividades médicas en Baraka, en el este de República Democrática del Congo (RDC), a causa del «recrudecimiento de los combates» en la zona tras la ofensiva del grupo rebelde Movimiento 23 de Marzo (M23), que esta semana se hizo con el control de la ciudad de Uvira, en Kivu Sur.
Fuentes de la ONG han indicado en declaraciones concedidas a Europa Press que «MSF no tiene más remedio que interrumpir prematuramente sus actividades médicas en Baraka, en la zona sanitaria de Fizi, por razones de seguridad» debido a los enfrentamientos entre el M23 y el Ejército de RDC, respaldado por milicias aliadas, en esta zona de Kivu Sur.
Así, han especificado que este cierre es «prematuro» debido a que estaba previsto inicialmente para finales de enero, antes de resaltar que la organización ha procedido además a la evacuación de sus equipos de Baraka, situada a unos cien kilómetros de Uvira, debido al deterioro de la situación sobre el terreno.
La decisión ha sido confirmada horas antes de que el presidente internacional de MSF, Javid Abdelmoneim, intervenga ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para informar precisamente sobre la situación humanitaria en el este de RDC, donde el sistema sanitario «se está derrumbando».
El M23 anunció el miércoles la toma de Uvira, situada cerca de la frontera con Burundi, tras los combates registrados durante los últimos días en la zona, después de que la Unión Europea (UE), Estados Unidos y varios países europeos instaran a Kigali y al grupo a «cesar inmediatamente» su ofensiva en el este de RDC.
En respuesta, el Gobierno ruandés acusó a RDC y a Burundi de cometer «violaciones deliberadas» del proceso de paz. «La responsabilidad de las violaciones del alto el fuego, los ataques en marcha y los combates en Kivu Sur, en RDC, no puede ser imputada a Ruanda», zanjó.
Los combates en Uvira y sus alrededores estallaron apenas unos días después de que los presidentes de RDC y Ruanda, Félix Tshisekedi y Paul Kagame, respectivamente, firmaran en Washington un acuerdo para poner fin al conflicto, en medio de los esfuerzos diplomáticos de los últimos meses para alcanzar un pacto que pusiera fin a la guerra.
El recrudecimiento del conflicto tuvo lugar a raíz de una ofensiva en octubre de 2024 por parte del M23, integrado principalmente por tutsis congoleños y que logró posteriormente tomar las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, Goma y Butembo, respectivamente, que permanecen desde entonces bajo su control.
La ofensiva del M23 provocó airadas acusaciones de RDC contra Ruanda por su respaldo al grupo rebelde, mientras que Kigali denuncia por su parte que Kinshasa reprime a los tutsis congoleños con apoyo de grupos armados como las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR) –fundadas por hutus huidos tras participar en el genocidio en Ruanda en 1994– y otras milicias locales.



