MSF pide al Gobierno español que no obstaculice la suspensión temporal de patentes COVID-19
Médicos Sin Fronteras (MSF) ha pedido al Gobierno español, mediante una acción simbólica frente al Ministerio de Asuntos Exteriores que no obstaculice la suspensión temporal de patentes COVID-19 que será engociado en el Consejo de los Acuerdos de Propiedad Intelectual (ADPIC), en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
El acto, en que además le ha recordado que «la salud es un derecho universal y que, hasta que la última persona esté protegida, no se superará la pandemia de la COVID-19», coincide con el inicio de la ronda de conversaciones de la ADPIC para valorar la aplicación de una exención temporal a determinados derechos de propiedad intelectual en medicamentos, vacunas, pruebas de diagnóstico y otras tecnologías contra la COVID-19 hasta que se alcance la inmunidad colectiva.
«Esta medida, que fue propuesta originalmente por India y Sudáfrica en octubre de 2020, cuenta a día de hoy con el respaldo oficial de 58 Gobiernos patrocinadores y con el apoyo de alrededor de 100 países», señalan desde la ONG.
«Un año después del inicio de esta pandemia y a pesar de los dos millones y medio de personas fallecidas, seguimos viendo cómo algunos Gobiernos siguen negando que apoyar la exención de patentes y eliminar temporalmente los monopolios de las herramientas médicas de COVID-19 servirá para ayudar a aumentar la producción y, por tanto, el acceso de las personas a los tratamientos, vacunas y pruebas diagnósticas», dice Raquel González, responsable de Relaciones Externas de MSF.
«La propuesta de exención temporal permitiría a los Gobiernos disponer del espacio político suficiente para colaborar en la investigación y el desarrollo (I + D), la fabricación, la ampliación y el suministro de herramientas médicas contra la COVID-19 sin estar sujetos a los intereses y acciones de la industria privada. Y lo que es más importante, permitiría avanzar en el acceso global de la población a estas vacunas, medicamentos y tratamientos», explica González.
«Los países deben dar un paso firme en la dirección correcta y mostrar el liderazgo necesario para cumplir con esa solidaridad global que tan a menudo han citado en sus discursos durante esta pandemia. Es hora de defender el acceso a los medicamentos y vacunas para todas las personas, dondequiera que vivan», añade la responsable de Relaciones Externas de MSF.
ACCIÓN SIMBÓLICA DIRIGIDA A PEDRO SÁNCHEZ
MSF ha organizado una acción simbólica frente al Ministerio de Asuntos Exteriores, sin público ni medios de comunicación para respetar las medidas de prevención y protocolos de no concentración de personas vigentes en la Comunidad de Madrid. En él, podían verse una serie de cajas apiladas y encadenadas, simbolizando las vacunas que permanecen fuera del alcance de la mayoría de las personas y una serie de mensajes dirigidos a Pedro Sánchez en los que se le insta a tomar partido y no obstaculizar la supresión de algunos derechos de la propiedad intelectual relacionados con la COVID-19 durante la pandemia.
«Queremos decirlo alto y claro: acelerar la producción mundial de vacunas en el menor tiempo posible y facilitar un acceso equitativo en todo el mundo necesita de medidas extraordinarias. La exención de determinados derechos sobre las patentes es un camino directo para aumentar la producción. Las patentes tienen que ser liberadas para que las vacunas lleguen a todo el mundo. Queremos decirle al presidente Pedro Sánchez que este es el momento de dar un paso adelante y demostrar que la buena voluntad no se queda en palabras huecas», afirma.
Hace unos días, Salud por Derecho y MSF recordaban al Gobierno español que tuviese en cuenta el compromiso adquirido en el documento Estrategia de Cooperación al Desarrollo y Acción Humanitaria frente a la COVID-19 , que reconoce la vacuna como un bien público, así como la necesidad de compartir la propiedad intelectual para afrontar la pandemia de manera global y garantizar la equidad y el acceso.
Y por otro lado, hace menos de dos meses el Consejo de Ministros aprobó un Plan para garantizar el acceso a las vacunas contra la COVID-19, que incluye la intención de compartir sus excedentes de vacunas y canalizarlos a través de iniciativas como COVAX (el Fondo de Acceso Global para Vacunas COVID-19) para que lleguen a países de renta baja y renta media-baja, un anuncio que tanto Salud por Derecho como MSF consideran positivo, pero insuficiente.
«Compartir unos excedentes puede paliar una situación de emergencia, pero no va a solucionar los enormes problemas de acceso actuales y que han dado lugar a una desigualdad dramática entre los países más ricos y más pobres del mundo. La situación excepcional y sin precedentes en la que nos encontramos requiere de medidas extraordinarias para que todos los países puedan utilizar toda la propiedad intelectual, el conocimiento y los datos relacionados con las tecnologías sanitarias COVID-19 y ampliar la capacidad de producción», aseguraba el mes pasado Irene Bernal, investigadora de Salud por Derecho.