MSF conmemora a los cooperantes asesinados hace un año en Tigray ante la falta de respuestas
La organización humanitaria Médicos sin Fronteras (MSF) ha conmemorado este viernes un año de los asesinatos de tres de sus compañeros, entre ellos una trabajadora humanitaria española, en la conflictiva región etíope de Tigray, y expresado su tristeza e indignación ante la falta de respuestas sobre este incidente, del que ningún grupo ha asumido la responsabilidad.
MSF echa «enormemente de menos» a la cooperante española y a sus dos compañeros, Tedros Gabremariam Gebremichael y Yohannes Halefom Reda, «asesinados mientras prestaban un apoyo vital a una población devastada por la guerra» entre el Ejército etíope y el Frente Popular para la Liberación de Tigray (FPLF) que comenzó en noviembre de 2019.
«Tenemos la certeza de que los tres trabajadores humanitarios fueron asesinados intencionadamente y, sin embargo, nadie ha reivindicado aún la autoría de este atroz ataque contra ellos. Este hecho acentúa nuestra indignación, tristeza y firme decisión de seguir buscando la verdad», lamenta MSF.
Todos los intentos de la organización han sido infructuosos a pesar de sus conversaciones tanto con el Gobierno etíope como con las fuerzas rebeldes. A día de hoy, MSF sigue sin tener ni idea de cuándo publicará el Gobierno etíope los resultados de la investigación que, dicen, están llevando a cabo sobre lo acontecido.
«Nos angustia especialmente que las familias, nuestro personal y nuestros socios y colaboradores no tengan respuestas claras a preguntas clave sobre los asesinatos, como quiénes fueron los responsables y cuál fue su motivación», ha lamentado MSF.
La organización humanitaria aprovecha para lamentar la imposibilidad de trabajar en Tigray por la falta de garantías de seguridad necesarias a pesar la extrema gravedad de la situación en esta región septentrional de Etiopía.
«Estas garantías no serán completas hasta que conozcamos lo que les ocurrió a nuestros compañeros, y haya un reconocimiento de responsabilidad», lamentan.
«La negativa de las autoridades a ofrecer un relato respetuoso y honesto de lo sucedido ese día añade un dolor innecesario al inmenso desgarro de los familiares, amigos y colegas» de los fallecidos, según la organización. «Nunca los olvidaremos; ni a ellos, ni a su entrega por mejorar la vida de las personas. El paso del tiempo no nos detendrá. Seguiremos siendo implacables en nuestra búsqueda de la verdad sobre lo que les ocurrió», concluye MSF.